En total se trata de 600 kilos de monedas que aparentemente nunca llegaron a estar en circulación
Un golpe de suerte, o al menos un golpe de máquina, como tantas veces, ha puesto al descubierto un espectacular e inesperado hallazgo en la población sevillana de Tomares. Mientras se llevaban a cabo las obras de remodelación de un parque, la maquinaria ha dejado al descubierto nada menos que 19 ánforas repreltas de monedas de bronce datadas en el siglo IV d.C. Se trata de un hallazgo prácticamente sin precedentes en su magnitud, del que apenas se ha podido estudiar aún una pequeña parte, pero del que ya sabemos que suma unos 600 kilos en monedas que no habían llegado a entrar en circulación, porque no tienen huellas de desgaste. Los investigadores barajan que se trate de monedas para el pago de tropas, aunque aún no descartan ninguna posibilidad.
Fecha de Publicación
28 de abril de 2016
Fuentes de información digital utilizadas
Efe Futuro, El País, Levante
Fuente de las imágenes
Efe Futuro, El País
Palabras clave:
Tomares, Sevilla, Bajo Imperio Romano, siglo IV d.C., ocultación, monedas, bronce
Unas máquinas han destapado en Tomares (Sevilla) 19 ánforas romanas que contienen unos 600 kilos de monedas de bronce del siglo IV después de Cristo, un hallazgo que los arqueólogos que han trabajado en la zona consideran único en España y quizás en el mundo. "Se trata de un hallazgo que, aún por estudiar y analizar, ya podemos calificar de una importancia enorme. Es un conjunto único con poquísimos paralelos. Desde luego, en la historia del Imperio Romano y del Bajo Imperio Romano en España, no conocemos nada similar", ha asegurado Ana Navarro, directora del Museo Arqueológico de Sevilla, en el que han sido depositadas estas piezas. Las ánforas se han encontrado durante unas obras de acometida paralelas al camino interno del parque Zaudín de Tomares, donde las máquinas han dejado al descubierto los recipientes romanos llenos de monedas, según han explicado fuentes de la investigación arqueológica. "No se trata de ánforas para almacenar vino o aceite, estas son más pequeñas y se usaban para transportar otras mercancías. Lo sorprendente es que se utilizaran para guardar dinero", explica Navarro antes de describir las monedas: "En el anverso, aparece la figura del emperador Maximiano o de Constantino. En el reverso, diversas alegorías romanas, como la abundancia". "Ya hemos sondeado con diferentes expertos italianos, ingleses y franceses y coincidimos en que se trata de uno de los descubrimientos sobre el periodo romano más importante. Es un hallazgo de gran envergadura, pero hasta que no hagamos los estudios no podremos dimensionarlo. Seguramente será uno de los poquísimos hallazgos de este tipo del Imperio", ha aclarado. Se da la circunstancia de que las monedas, probablemente hechas en Oriente, están “en flor de cuño”, es decir, que no han circulado y por tanto no tienen desgaste. De las 19 ánforas encontradas, una decena se rompieron por las obras y las otras nueve permanecen selladas. "No sabemos qué nos vamos a encontrar", apunta Navarro, quien no se atreve a valorar económicamente el hallazgo. "Seguramente hablaríamos de millones de euros, pero su principal valor es el arqueológico, que es incalculable", ha señalado. Las ánforas se encontraban en un receptáculo específico habilitado al efecto, que estaba sellado y cubierto con materiales rotos. "Aunque hasta que no hagamos el estudio histórico no podremos afirmarlo, la hipótesis que barajamos es que ese dinero era usado para el pago de impuesto imperiales o el pago a las tropas. Hay que tener en cuenta que el Estado imperial era el que controlaba la acuñación de monedas, así que esto tiene que estar vinculado con algún tipo de funcionariado, relacionado con los poderes municipales del Bajo Guadalquivir...", explica Navarro. También se intentará aclarar si las ánforas estaban ocultas (aunque han sido halladas a un metro de profundidad) o este espacio era una especie de depósito. "O bien estaban escondidas debido a conflictos sociales, violentos, amenazas, algún tipo de efervescencia social o bien era el punto, dentro de un fuerte o edificio de tipo militar, donde se guardaba el dinero para pagar a los soldados", ha puntualizado. "Toda la zona del Bajo Guadalquivir es muy rica en restos arqueológicos. No hay que olvidar que, durante el Imperio Romano, esta zona es una región muy potente desde el punto de vista económico y productivo. Había villas, la ciudad de Itálica estaba al lado...", recuerda la experta, quien apunta que ahora hay que estudiar qué relación pueden tener estos restos con otros yacimientos del entorno.
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