Recrean el aspecto de este hominoideo, Pliobates cataloniae, presentado el año pasado a partir de los hallazgos en Hostalets de Pierola (Barcelona)
Hace unos 12 millones de años, Laia, una pequeña hominoidea similar a los gibones actuales más pequeños, se desplazaba por las ramas de los árboles en busca de frutos para alimentarse, totalmente inconsciente de que a su muerte parte de su esqueleto se fosilizaría y llegaría hasta nosotros, dándonos importantes pistas sobre el ancestro común entre homínidos (grandes antropomorfos y humanos) e hilobátidos (gibones). Con su presentación el año pasado, el árbol evolutivo seguía espesando sus ramas, y ahora podemos mirarla cara a cara, gracias a la recreación hiperrealista realizada en silicona por el biólogo y artista Ramón López, y que se expone en el Museo del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont de Sabadell.
Fecha de Publicación
17 de noviembre de 2016
Fuentes de información digital utilizadas
La Vanguardia, Europa Press
Fuente de las imágenes
La Vanguardia
Palabras clave:
paleontología, hominoideos, mioceno, Laia, Pliobates cataloniae, Hostalets de Pierola, Barcelona, gente
Bibliografía científica, publicación original
El Museo del Instituto Catalán de Paleontología (ICP) Miquel Crusafont de Sabadell expone desde este miércoles la nueva escultura del hominoideo Pliobates cataloniae, popularmente conocido como ‘Laia’. Se trata de una reproducción del aspecto en vida de esta especie que los investigadores del ICP describieron a finales de 2015, a partir de unos restos excavados en el vertedero de Can Mata, en los Hostalets de Pierola (Barcelona). Los restos tienen una antigüedad de unos 12 millones de años.
La escultura de la ‘Laia’ está elaborada con silicona, con ojos de vidrio y pelos pinchados, lo que le proporciona un acabado hiperrealista. El aspecto y la postura se han consensuado con el equipo de investigadores del ICP, buscando siempre el máximo rigor científico. La escultura se sostiene sobre una higuera con higos, en alusión a una probable fuente de alimento del hominoideo. La obra ha sido realizada por el biólogo y artista Ramón López, con el apoyo de la Obra Social ‘la Caixa’.
Los primeros bocetos de la obra se elaboraron con cartón pluma manteniendo las proporciones de los restos excavados. Se hizo una réplica del cráneo con resina y posteriormente se moldearon los tejidos blandos con plastilina. Una vez la pieza estuvo terminada, se hizo un molde de silicona a partir del cual se produjo la réplica, también de silicona. Posteriormente se pintó, se colocaron los ojos y el pelo, sintético en la mayor parte del cuerpo, y natural, básicamente pelo de crin de caballo y de pata de buey almizclero, en algunos puntos muy concretos. Todo el proceso ha durado aproximadamente un mes y medio.
Esta escultura acompaña las reproducciones de otros hallazgos emblemáticas realizadas en el Vallès y el Penedès como Pau (Pierolapithecus Catalanicus) o Jordi (Hipanopithecus laietanus). El acto también ha servido para presentar la remodelación de la exposición de la planta baja del Museo del ICP que, a partir de ahora, pone al alcance del público fósiles originales y réplicas de la colección del Instituto, entre las que destaca el molde de la piel de un saurópodo, uno de los últimos dinosaurios que existieron en nuestro planeta, un hallazgo único publicada el mes pasado.
Pliobates Cataloniae y el siempre cambiante árbol evolutivo
Investigadores del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont describieron el nuevo género y especie de hominoideo extinto, Pliobates cataloniae, a partir de un esqueleto parcial compuesto por 70 restos fósiles encontrados en 2011 en uno de los yacimientos de la serie estratigráfica del Vertedero de Can Mata, en Els Hostalets de Pierola, situado en la comarca de la Anoia. En destacaban buena parte del cráneo y la dentición, y una parte del brazo izquierdo que incluía varios elementos de las articulaciones del codo y la muñeca. Los restos corresponden a un simio antropomorfo de tamaño similar a la de los gibones actuales más pequeños, que pesan entre cuatro y cinco kilos, y que vivió hace 11,6 millones de años.
Pliobates muestra, por primera vez en un primate fósil de este tamaño, todo un conjunto de rasgos característicos de los hominoideos actuales presumiblemente heredados a partir de su último ancestro común, el cual probablemente vivió en África unos cuantos millones de años antes que Pliobates. Los restos corresponden a una hembra adulta que se alimentaba de frutos blandos y trepaba por las copas de los árboles colgándose eventualmente de las ramas. En términos de parentesco, apenas precede la divergencia entre los homínidos (grandes antropomorfos y humanos) y los hilobátidos (gibones), por lo que tiene importantes implicaciones para reconstruir el último ancestro común de ambos grupos.
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