El de menor tamaño conserva perfectamente su cámara funeraria
Hace unos meses, un guarda forestal daba la alerta sobre unos restos arqueológicos en el paraje de Artabilla, en la localidad gipuzkoana de Leintz Gatzaga. Las posteriores labores del Departamento de Cultura han confirmado la importancia del hallazgo, un túmulo de tipo dolmen de 14 metros de diámetro, que para sorpresa de los investigadores, está acompañado de un segundo túmulo de menor tamaño pero que conserva perfectamente su cámara mortuoria. Estamos deseando conocer qué secretos sobre la vida y muerte de los grupos humanos que los construyeron guardan en su interior.
Fecha de Publicación
4 de noviembre de 2016
Fuentes de información digital utilizadas
Europa Press, 20 Minutos, ABC
Fuente de las imágenes
Europa Press
Palabras clave:
edad de los metales, edad del bronce, Artabilla, Leintz Gatzaga, Gipuzkoa, dolmen, vivienda
Bibliografía científica, publicación original
La Diputación de Gipuzkoa informó el pasado viernes del descubrimiento de dos dólmenes en el paraje de Artabilla, en el término municipal de Leintz Gatzaga. Estos dos nuevos monumentos engrosan la lista de los megalitos conocidos en el Territorio, que asciende a 309.
Una de las dos construcciones funerarias localizadas conserva "perfectamente" la cámara mortuoria en la que se realizaban los enterramientos.
El descubrimiento se produjo hace unos meses, gracias al guarda forestal que comunicó el hallazgo. Y han sido las labores de limpieza posteriores las que han corroborado la importancia de los restos.
Según ha explicado la Diputación en su comunicado, tras hacer el Departamento de Cultura la correspondiente limpieza de la vegetación, se ha comprobado que el hallazgo comunicado por el guarda forestal es una estructura funeraria de tipo dolmen, con un túmulo de 14 metros de diámetro y una altura de unos 2 metros, y con una zanja central.
La "sorpresa" se ha producido al documentar además una estructura contigua tangente, con un túmulo de 7 metros de diámetro y una altura de 80 centímetros, y con una cámara central, un espacio rectangular de piedra en el que se enterraba a los difuntos.
Carlos Olaetxea, arqueólogo de la Diputación, ha asegurado que esa cámara mortuoria se conserva "perfectamente", por lo que brinda una oportunidad única de documentación de los posibles enterramientos allí alojados.
A raíz de la presentación del descubrimiento, se ha señalado desde la Diputación que todos los dólmenes descubiertos a partir de 2002 carecen de una declaración expresa como monumentos. Esta situación afecta a unos 50 enclaves, que no contarían con la protección adecuada. Por ello, la Diputación afirma que «sería interesante» que el Gobierno Vasco les ofreciera su máxima protección mediante su declaración como monumentos.
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