La gran conservación propiciada por la altitud y las bajas temperaturas ha permitido recuperar sorprendentes piezas de fieltro
El pasado año, el descubrimiento de un enterramiento de unos 1.500 años de antigüedad perteneciente a los pueblos túrquicos que habitaban Mongolia a comienzos de la Edad Media, sorprendía por su excepcional grado de conservación, y también por la calidad de las piezas de fieltro que acompañaban al difunto. Los distintos objetos recuperados revelan de forma muy gráfica el alto grado de desarrollo de la artesanía entre estos pueblos. Las bajas temperaturas y la altitud que han favorecido su conservación, hacen que sea difícil asimilar que estos objetos tienen una historia milenaria.
Fecha de Publicación
11 de mayo de 2017
Fuentes de información digital utilizadas
The Siberian Times, Daily Mail
Fuente de las imágenes
The Siberian Times
Palabras clave:
Antigüedad Tardía, pueblos túrquicos, Mongolia, enterramiento, ajuar, vestimenta, fieltro, moda
Bibliografía científica, publicación original
Traducción: Laura Benito Díez.
Los restos de lo que podría ser una mujer de origen túrquico fueron hallados el pasado año a una altitud de 2.803 metros en los Montes Altai.
Los antiguos restos humanos aparecieron envueltos en fieltro, y se consideran el primer enterramiento túrquico completo hallado en Asia central. B. Sukhbaatar, investigador del Museo Khovd, declaró al presentar el hallazgo: "Esta persona no era de la elite, y creemos que era probablemente una mujer, porque no hay ningún arco en la tumba. Ahora estamos desenrrollando cuidadosamente el cuerpo, y una vez que esto se haya completado los especialistas serán capaces de determinar con mayor precisión el género".
En la tumba de la momia los arqueólogos hallaron, junto a los restos humanos, una silla de montar, bridas, vasijas de arcilla, un bol de lana, un abrevadero, un hervidor de hierro, los restos de un caballo completo, y cuatro diferentes prendas de vestir de origen mongol denominadas "dool".
También había cojines, una cabeza de oveja y una bolsa de viaje de fieltro en la que se había colocado el lomo completo de una oveja, huesos de cabra y una pequeña bolsa de cuero con una taza.
Sukhbaatar dijo del hallazgo: "Es el primer enterramiento túrquico completo al menos en Mongolia, y probablemente en toda Asia central. Es un fenómeno especialmente raro. Estos hallazgos nos muestran las creencias y los rituales de los pueblos túrquicos. Podemos ver claramente que el caballo fue sacrificado de forma deliberada. Era una yegua, de entre cuatro y ocho años de edad".
"Cuatro de los abrigos que hemos encontrado estaban hechos de algodón. Un dato interesante que hemos encontrado es que no sólo utilizaron lana de oveja, sino que también emplearon pelo de camello. Podemos datar el enterramiento por los objetos que hemos encontrado en él, también por el tipo de sombrero. Nos da una datación preliminar de en torno al siglo VI d.C.".
Los arqueólogos del museo de la ciudad en Khovd fueron alertados del enterramiento por pastores locales. Los hallazgos han proporcionado una comprensión más profunda de los pueblos túequicos nativos de la antigua Mongolia.
La tumba se encuentra a 2.803 metros sobre el nivel del mar, este hecho unido a las frías temperaturas contribuyeron a conservar el enterramiento. El enterramiento tenía una profundidad de tres metros.
Los hallazgos reflejan una gran habilidad por parte de los artesanos que los crearon. Teniendo en cuenta que parece tratarse de la tumba de alguien que no pertenecía a una clase privilegiada, la artesanía de la época estaría muy desarrollada.
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