Los restos están datados en torno a 300.000 años de antigüedad, 100.000 años más que los más antiguos conocidos en África oriental
Nuevos hallazgos, nuevos retos para la investigación, y para la explicación de nuestros orígenes. Aunque los fósiles de Jebel Irhoud (Marruecos) y su cronología (280.000-350.000 BP) acaban de ser publicados en Nature, se trata del proceso final de unas investigaciones que arrancan desde la década de 1980, con el hallazgo de los primeros fósiles que desconcertaron a los expertos. Su morfología supuso una sorpresa desde el principio, y ahora el equipo de investigación los relaciona directamente con la especie Homo sapiens, aunque sen más de 100.000 años más antiguos que los restos conocidos hasta ahora en el este de África y considerados el origen de nuestra especie. Por ahora otros científicos han señalado su escepticismo sobre la pertenencia de los fósiles a nuestra especie, pero mientras tanto, nuestra evolución sigue siendo más una incógnita que una certeza.
Fecha de Publicación
7 de junio de 2017
Fuentes de información digital utilizadas
Sinc, Europa Press, Efe Futuro
Fuente de las imágenes
Sinc
Palabras clave:
prehistoria, paleolítico inferior, Homo sapiens, evolución, Jebel Irhoud, Marruecos, África, gente
Bibliografía científica, publicación original
Nature (1), Nature (2)
El yacimiento marroquí de Jebel Irhoud los que han resultado ser los restos de Homo sapiens más antiguos que se conocen hasta ahora. Varios fragmentos de hueso correspondientes al cráneo, la cara y la mandíbula, han sido identificados con éxito como pertenecientes a la especie Homo sapiens, aunque el dato novedoso lo aporta su cronología, en torno a 300.000 años de antigüedad.
Con anterioridad a estos hallazgos, los restos de H. sapiens más antiguos que se conocían procedían de África oriental, y no se remontaban más allá de los 200.000 años de antigüedad, por lo que los nuevos datos representan la posibilidad de importantes cambios en las teorías actuales sobre la evolución de nuestra especie.
Las implicaciones cronológicas y geográficas de este hallazgo son realmente importantes, y su estudio y datación ha sido objeto de dos artículos recién publicados en la revista Nature. Los investigadores señalan que los datos obtenidos indican que H. sapiens habría evolucionado en toda África, no solo en la zona del hallazgo.
Jean-Jacques Hublin, investigador del Instituto Max Planck y coautor de las dos publicaciones, señala: "Hasta la fecha se pensaba que probablemente el Homo sapiens se había originado bastante rápido en un ‘jardín del Eden’ del África subsahariana, pero ahora diría que ese ‘jardín del Edén’ es todo el continente africano".
Hublin ha sido durante una década codirector de los trabajos de excavación en Jebel Irhoud, situado cerca de la costa atlántica. El yacimiento fue identificado en la década de 1980, cuando habitantes del lugar mostraron al investigador una mandíbula fósil con un aspecto desconcertante para las teorías formuladas por entonces. Una década después se identificaba el lugar exacto de procedencia del fósil, pero lamentablemente estaba cubierto por gran cantidad de rocas.
En aquel momento se supuso que los fósiles tenían una antigüedad de unos 40.000 años, por lo que trataron de elaborar teorías que se acomodasen a esa cronología, pero todo se basaba en conjeturas. Finalmente, en 2004, Hublin logró los fondos para retirar la roca y comenzar a excavar el yacimiento.
La idea era fechar de manera absoluta el nivel de procedencia de los fósiles, pero lograron algo aún mejor. Las excavaciones proporcionaron los restos de 20 nuevos huesos, que pertenecieron a al menos 5 individuos. Entre ellos había fragmentos de cráneo y una mandíbula bastante completa, y además estaban acompañados de herramientas de piedra.
Además se logró la datación precisa del yacimiento, situando los hallazgos entre los 280.000 y los 350.000 años de antigüedad, mediante la aplicación de dos métodos de datación diferentes. Tanto las dataciones como los nuevos huesos hallados señalaban a Homo sapiens como la especie que habitó este enclave.
Las palabras de Hublin al respecto resultan muy elocuentes: "Tenían una cara con la que te podrías cruzar hoy por la calle". Añade que los dientes son algo grandes, pero que coinciden en mayor grado con H. sapiens que con neandertales u otras especies de homínidos arcaicos.
Los autores de la investigación señalan también la cara característica de los sapiens se pudo desarrollar antes de producirse cambios anatómicos en el cerebro. Otra cuestión es la diferencia de rasgos entre fósiles de Homo sapiens de distintas partes de África. Una respuesta a esta cuestíon podría ser un origen diverso. Quizá hace más de 300.000 años se produjo una dispersión por toda África de la versión más arcaica de Homo sapiens. En aquel momento la región del Sahara era un vergel surcado por ríos y lagos.
Por ahora no ha sido posible extraer ADN de los fósiles de Jebel Irhoud. Su obtención facilitaría la información necesaria para saber si estos restos se encuentran en el linaje genético que llega hasta nosotros.
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