4 millones de años de trayectoria evolutiva así lo atestiguan
La palabra evolución ha estado asociada drante décadas a los conceptos de progreso y linealidad. Además de que nuestro árbol evolutivo se va asemejando cada vez más a un bosque, las transformaciones experimentadas por los distintos homininos tampoco implican una constante progresión hacia un punto. Así lo refleja esta investigación realizada por investigadores de la Universidad de Cambridge y el CENIEH, que han identificado aumentos y disminuciones varias de peso y estatura en nuestra "pequeña" historia de más de cuatro millones de años.
Fecha de Publicación
8 de noviembre de 2017
Fuentes de información digital utilizadas
Europa Press
Fuente de las imágenes
Europa Press
Palabras clave:
prehistoria, evolución humana, anatomía, peso, estatura, homininos, salud
Bibliografía científica, publicación original
Royal Society Open Science
La revista científica Royal Society Open Science recoge este interesante estudio que abunda en la ausencia de linealidad en la evolución humana. A través de fósiles que abarcan más de cuatro millones de años de historia, se ha realizado este análisis, con la participación de investigadores de la Universidad de Cambridge y el CENIEH.
El equipo de investigación ha constatado a través de su trabajo que las variaciones de peso y altura no han sido constantes a lo largo de este periodo, sino que se han producido aumentos y disminuciones, produciéndose no de forma gradual, sino de un modo denominado "pulso y estasis".
Para la investigación se han tenido en cuenta un total de 311 especímenes fósiles, que abarcan desde nuestro pasado más remoto hace 4,4 millones de años hasta los humanos anatómicamente modernos.
En palabras de los investigadores, la evolución física de los homínidos es "un camino largo y sinuoso con muchas ramas y callejones sin salida", aunque el análisis masivo ha permitido identificar patrones amplios entre los datos. A través de estos patrones se observan etapas cruciales con estallidos de crecimiento y mesetas de actividad donde apenas se producen cambios a lo largo de milenios.
Hace aproximadamente un millón y medio de años, se ha identificado una etapa de crecimiento especialmente acentuada, con un aumento medio de estatura en torno a 10 centímetros, pero sin un aumento consistente de peso. Y por otro lado, se habría producido un aumento de peso corporal de entre 10 y 15 kilos hace unos 500.000 años, que no habría estado acompañado de un aumento significativo de talla.
Curiosamente, antes de estos eventos, parece que la altura y peso de las especies estudiadas sí que habría ido aumnetando más o menos en consonancia.
"Un aumento solamente en estatura habría creado un físico más delgado, con piernas largas y caderas y hombros estrechos. Esto puede haber sido una adaptación a nuevos entornos y caza por resistencia, ya que las primeras especies de Homo abandonaron los bosques y pasaron a las sabanas", comenta en un comunicado Manuel Will, autor principal del estudio. Por otro lado, comenta que "la posterior incorporación de masa corporal coincide con migraciones cada vez mayores a latitudes más altas, donde un cuerpo más voluminoso sería más adecuado para la termorregulación en climas más fríos de Eurasia".
Estas interpretaciones son por ahora meras teorías, ya que el registro fósil de estas especies extintas es por ahora muy fragmentario y limitado, pero permiten identificar tendencias y así continuar completando el conocimiento sobre nuestra especie y nuestros orígenes.
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