Las dataciones ofrecen un arco temporal de entre 772.000 y 949.000 años, lo que confirma su gran antigüedad
La identificación de Homo antecessor a partir de los restos fósiles localizados en la Gran Dolina de Atapuerca fue uno de los hitos de la investigación prehistórica en la década de 1990. Su cronología había sido establecida hasta ahora de forma indirecta a través del análisis del sedimento del nivel TD6, donde fueron recuperados los restos óseos. Ahora se publica un estudio que ha supuesto más de tres años de concienzudo trabajo, y que ha permitido lograr una datación directa a partir del esmalte de uno de los dientes pertenecientes a Homo antecessor. Este análisis, que combina distintos métodos de datación, indica una antigüedad de entre 772.000 y 949.000 años, lo que confirma las dataciones indirectas previas.
Fecha de Publicación
28 de mayo de 2018
Fuentes de información digital utilizadas
Dicyt, Efe Futuro, Europa Press
Fuente de las imágenes
Quaternary Geochronology, Dicyt
Palabras clave:
prehistoria, paleolítico inferior, Homo antecessor, datación, ESR, diente, esmalte, Gran Dolina, Atapuerca, Burgos, España, gente
Bibliografía científica, publicación original
Quaternary Geochronology
Los restos de Homo antecessor hallados en los yacimientos de la Sierra de Atapuerca (Burgos, España), y que permitieron la identificación de esta especie de homínido en la década de 1990, no habían podido ser hasta ahora datados de forma directa. Las dataciones indirectas a través de los niveles arqueológicos donde fueron encontrados indicaban una antigüedad en torno a los 900.000 años. Un nuevo estudio que ha logrado datar de forma directa una pieza dental de H. antecessor confirma ahora los datos indirectos previos.
El estudio ha sido publicado en Quaternary Geochronology, y en él ha participado un amplio equipo científico que ha logrado vencer las distintas dificultades que se han ido presentando a lo largo de tres años de proceso. Especialistas en geocronología, geología, arqueología y paleantropología, entre los que se encuentran varios miembros del CENIEH: Josep María Parés, José María Bermúdez de Castro, Laura Martín-Francés e Isidoro Campaña.
El análisis combina varias técnicas de datación, que se han aplicado sobre un fragmento de esmalte dental cuidadosamente seleccionado. Esta metodología novedosa, se había utilizado ya con éxito sobre los restos de Homo naledi, y sobre los fósiles de Homo sapiens más antiguos encontrados fuera de África.
Por un lado se han realizado análisis de Uranio-Torio de alta resolución mediante ablación laser acoplado a un espectrómetro de masas. Y los datos obtenidos se han combinado con mediciones de un fragmento de esmalte por Resonancia Paramagnética Electrónica (ESR por sus siglas en inglés).
Los resultados arrojan una antigüedad de entre 772.000 y 949.000 años, lo que refuerza las dataciones indirectas anteriores.
Mathieu Duval, del Programa de Geocronología y Geología del CENIEH, que desarrolla actualmente su investigación en el Centro de Investigación Australiano para la Evolución Humana de la Universidad de Griffith, explica: "al combinar la datación directa del fósil con un nuevo estudio paleomagnético más fino de los depósitos de la unidad estratigráfica TD6, se ha podido obtener una datación que está en consonancia con las estimaciones previas indirectas basadas en sedimento o fauna asociada a los restos de homininos".
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