Arqueólogos daneses encuentran en Jutland, una olla de la Edad del Bronce con los restos de un fracaso en la elaboración de queso
Una olla intacta de la Edad del Bronce hallada en una zona de vertedero del yacimiento danés de Jutland contenía algo inesperado, una capa de tonalidades amarillentas muy difícil de identificar. Los análisis con un espectrómetro de masas han identificado que la "costra" proviene de grasas bovinas quemadas, seguramente se trataría de algún tipo de cuajada o un proceso para la elaboración de queso. Lo que parece claro es que a esta familia de la Edad del Bronce se les quemó la receta y debió ser tal desastre que no se molestaron en limpiar el recipiente y lo tiraron directamente, a los arqueólogos del s. XXI este descuido ha facilitado interesantes datos sobre la alimentación, dieta y modos de vida de la época.
Fecha de Publicación
14 de septiembre de 2016
Fuentes de información digital utilizadas
Science Nordic, Daily Mail, thelocal.dk
Fuente de las imágenes
Science Nordic
Palabras clave:
Prehistoria, edad de los metales, Edad del bronce, Jutland, Dinamarca, gastronomía, sucesos,
Bibliografía científica, publicación original
Un momento de descuido, hace 3.000 años ha dado a los arqueólogos daneses un fuente de datos muy interesante.
Una olla cerámica descubierta durante una excavación arqueológica en el centro de Jutland, Dinamarca, contiene los posibles restos de un intento fallido en la elaboración de queso. Algo salió mal durante el proceso y el fabricante de queso tiró directamente el recipiente que está siendo analizado miles de años más tarde.
"Hemos encontrado la olla en lo que fue un pozo. Esto es bastante inusual, ya que estaba en un estado casi impecable y el recipiente en sí es un gran hallazgo", dice el conservador y arqueólogo Kaj F. Rasmussen de Museo de Silkeborg, Dinamarca.
La olla contenía algo inesperado
Según cuenta el conservador, la olla resultó ser aún más interesante de lo que pensaban. Cuando la limpiaban, descubrieron una capa amarillenta de alguna sustancia que fue quemada en el interior.
"Normalmente, se encuentran en los restos de ollas, depósitos carbonizados negros que son típicamente de semillas. Pero aquí nos encontramos con una corteza de color amarillenta que no habíamos visto antes", dice Rasmussen.
Para averiguar de que se trataba el contenido, se enviaron muestras para su análisis al Museo Nacional de Dinamarca con un espectrómetro de masas a cargo de Mads Chr. Christensen. En un primero momento se pensaba que sería algún rastro de material vegetal, carne o pescado.
Grasas de animales que se alimentan de hierba
"Tomamos una muestra microscópica de los restos y los estudiamos mediante espectrometría de masas. Después consultar la bibliografía en este campo tomamos con cautela la sugerencia de que en realidad se trataba de grasa bovina", dice Christensen.
"Es un hallazgo inusual. En general, es muy raro encontrar este tipo de rastros en estos objetos tan antiguos ".
"Con suerte encontraremos otras piezas que contengan más información con las que podamos comparar, y concluir con mayor precisión, lo que está en la olla", dice Christensen.
"La grasa puede ser una parte de los últimos restos de cuajada utilizados durante la producción de un queso duro tradicional. Durante el proceso, el suero de leche se hierve y contiene una gran cantidad de azúcares, de esta manera puede ser conservado y almacenado para el invierno ", dice Rasmussen.
"Es el mismo método utilizado para hacer el queso marrón, un queso fresco noruego, en el que el suero se cocina para conseguir su reducción y lo que queda es una masa similar al caramelo que después se convierte en el queso de color marrón que conocemos hoy en los supermercados".
El descubrimiento de la olla con sus restos quemados arroja luz en la vida diaria de la gente Edad de Bronce, hace 3.000 años.
"No puedo dejar de preguntarme quien fue el culpable y si tuvo algún problema. El suero está verdaderamente quemado y debía oler fatal, casi puedo imaginar lo rápido que debieron actuar para deshacerse de esa olla", dice Rasmussen.
Una olla cerámica descubierta durante una excavación arqueológica en el centro de Jutland, Dinamarca, contiene los posibles restos de un intento fallido en la elaboración de queso. Algo salió mal durante el proceso y el fabricante de queso tiró directamente el recipiente que está siendo analizado miles de años más tarde.
"Hemos encontrado la olla en lo que fue un pozo. Esto es bastante inusual, ya que estaba en un estado casi impecable y el recipiente en sí es un gran hallazgo", dice el conservador y arqueólogo Kaj F. Rasmussen de Museo de Silkeborg, Dinamarca.
La olla contenía algo inesperado
Según cuenta el conservador, la olla resultó ser aún más interesante de lo que pensaban. Cuando la limpiaban, descubrieron una capa amarillenta de alguna sustancia que fue quemada en el interior.
"Normalmente, se encuentran en los restos de ollas, depósitos carbonizados negros que son típicamente de semillas. Pero aquí nos encontramos con una corteza de color amarillenta que no habíamos visto antes", dice Rasmussen.
Para averiguar de que se trataba el contenido, se enviaron muestras para su análisis al Museo Nacional de Dinamarca con un espectrómetro de masas a cargo de Mads Chr. Christensen. En un primero momento se pensaba que sería algún rastro de material vegetal, carne o pescado.
Grasas de animales que se alimentan de hierba
"Tomamos una muestra microscópica de los restos y los estudiamos mediante espectrometría de masas. Después consultar la bibliografía en este campo tomamos con cautela la sugerencia de que en realidad se trataba de grasa bovina", dice Christensen.
"Es un hallazgo inusual. En general, es muy raro encontrar este tipo de rastros en estos objetos tan antiguos ".
"Con suerte encontraremos otras piezas que contengan más información con las que podamos comparar, y concluir con mayor precisión, lo que está en la olla", dice Christensen.
"La grasa puede ser una parte de los últimos restos de cuajada utilizados durante la producción de un queso duro tradicional. Durante el proceso, el suero de leche se hierve y contiene una gran cantidad de azúcares, de esta manera puede ser conservado y almacenado para el invierno ", dice Rasmussen.
"Es el mismo método utilizado para hacer el queso marrón, un queso fresco noruego, en el que el suero se cocina para conseguir su reducción y lo que queda es una masa similar al caramelo que después se convierte en el queso de color marrón que conocemos hoy en los supermercados".
El descubrimiento de la olla con sus restos quemados arroja luz en la vida diaria de la gente Edad de Bronce, hace 3.000 años.
"No puedo dejar de preguntarme quien fue el culpable y si tuvo algún problema. El suero está verdaderamente quemado y debía oler fatal, casi puedo imaginar lo rápido que debieron actuar para deshacerse de esa olla", dice Rasmussen.
No hay comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario. No es necesario estar registrado. Antes de su publicación será revisado por un moderador. Cualquier mensaje con publicidad directa o indirecta será eliminado. Si quieres publicitar tus cursos, solicítalo en el mensaje.