La imagen de un eclipse de 1919 muestra cómo el astrónomo inglés Arthur Eddington fue capaz de captar la Teoría de la Relatividad de Einstein
Redescubriendo la astronomía con los ojos de grandes científicos de hace 120 años. Eso es lo que le ha sucedido a un astrónomo danés retirado, que ha dado con un tesoro de fotografías de observaciones astronómicas antiguas en los sótanos del Instituto Niels Bohr de Copenhague. Los astrónomos que han examinado el hallazgo están asombrados de la calidad conseguida en esas fotografías de hace más de un siglo, retratando la luna, Júpiter, o estrellas binarias. Una de las imágenes más sorprendente es la de un eclipse de 1919 que permitió comprobar la Teoría de la Relatividad de Einstein.
Fecha de Publicación
9 de diciembre de 2015
Fuentes de información digital utilizadas
Archaeology, Niels Bohr Institute (nota de prensa)
Fuente de las imágenes
Niels Bohr Institute
Palabras clave:
Astronomía, placas de cristal, fotografías, siglo XIX, siglo XX, Teoría de la Relatividad, eclipse
Bibliografía científica, publicación original
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En un sótano bajo el edificio del Instituto Niels Bohr en Copenhague se han hallado imágenes de observaciones astronómicas que se retrotraen más de 120 años hacia atras en el tiempo. Las observaciones fueron registradas en finas placas fotográficas hechas de vidrio, e incluyen imágenes de un eclipse solar que tiene un interés histórico especial. "Un día cuando bajé al sótano a preparar una taza de té, me fijé en unas cajas de cartón del Observatorio de Østervold. Fueron trasladadas ahí cuando el observatorio fue cerrado hace muchos años. Las cajas estaban llenas de cartones, así que las subí a la oficina para mirarlas con más atención", explica Holger Pedersen, astrónomo retirado que realizó el hallazgo. Al observarlas detenidamente, Holger pudo comprobar que se trataba de un hallazgo muy interesante. "Es arqueología de la astronomía", dice, emocionado, y se coloca guantes blancos de algodón antes de tocar las placas de vidrio. Una caja contiene placas de entre 1895 y 1897. No han sido tocadas y han estado así desde que fueron colocadas en la caja. En una aparece Júpiter en el año 1896. También hay unas cuantas imágenes de estrella binarias. Por lo registros se puede ver que fueron tomadas por Carl Burrau, que trabajaba en el Observatorio de Østervold. Tenía un doctorado en experimentos con instrumentos de medida astronómicos para placas fotográficas, y los astrónomos que han seguido este descubrimiento están impresionados de lo buenas que son estas fotografías de hace 120 años. "Es astronomía de otra era", exclama Johan Fynbo, profesor en el Centro de Cosmología Oscura del Instituto Niels Bohr. Él usa telescopios gigantes, el VLT de Chile y telescopios espaciales en su investigación sobre supernovas, e investiga galaxias en zonas lejanas del universo, a más de 13 billones de años. En el siglo XIX, tenían una visión del mundo completamente diferente. No sabían de dónde venía la luz de las estrellas, no conocían las galaxias fuera de la Vía Láctea y creían que el universo tenía una antigüedad de unos 400.000 años. Desde entonces, la astronomía ha disfrutado un periodo emocionante y lleno de descubrimientos. La prueba de la Teoría de la Relatividad de Einstein Una de las placas, de 1919, es realmente especial. Muestra un eclipse solar que fue registrado en Sorbal, Brasil, por el astrónomo inglés Arthur Eddington. Era uno de los astrónomos más importantes del momento y descubrió, entre otras cosas, la relación entre la masa de las estrellas y su brillo y realizó modelos matemáticos de los procesos internos de las estrellas. En 1915, Albert einstein había presentado su teoría general de la relatividad, que describe la relación entre el espacio, el tiempo, la masa y la gravedad. Si la teoría era cierta, significaría que la luz de, por ejemplo, una estrella lejana atravesando objetos masivos, como grandes estrellas y galaxias, se desviaría por la gravedad de esos objetos masivos. La teoría era difícil de comprobar, pero Arthur Eddington se dio cuenta de que los movimientos de nuestro sistema solar proporcionan un experimento cósmico natural cuando se produce un eclipse solar. El siguente eclipse iba a tener lugar en 29 de mayo de 1919 y Eddington se fue hasta Brasil a fotografiar el eclipse solar y las estrellas que pudieran ser vistas cerca del sol durante el eclipse total. La imagen fue comparada con imágenes anteriores de las mismas estrellas sin tener el sol delante. Y se pudo comprobar cómo la gravedad del sol realmente desviaba la luz de las estrellas tras él, y esto fue una prueba de gran consistencia para la teoría de Einstein.
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