El hallazgo se remonta a hace 46.000-49.000 años
El estudio de un pequeño fregmento de basalto localizado en un yacimiento del norte de Australia, ha revelado la fabricación de hachas pulimentadas en el continente australiano hace casi 50.000 años, prácticamente tan pronto como los homínidos llegaron al continente. Los hallazgos más antiguos que se conocían hasta ahora situaban esta tecnología en Japón hace 35.000 años, aunque estas hachas se generalizaron mucho más tarde, ya en el Neolítico. Este hallazgo nos muestra una nueva perspectiva sobre las capacidades tecnológicas de los primeros pobladores australianos.
Fecha de Publicación
10 de mayo de 2016
Fuentes de información digital utilizadas
La Información, ABC, BBC
Fuente de las imágenes
BBC
Palabras clave:
Destacados, Prehistoria, Paleolítico medio, Kimberley, Australia, tecnología, hacha pulimentada, Internacional
Bibliografía científica, publicación original
Arqueólogos han descubierto en Kimberley, Australia Occidental, fragmentos de lo que parecer ser el filo del hacha más antigua del mundo. La herramienta, que estaba compuesta por un roca de basalto y un mango, tiene entre 46.000 y 49.000 años de antigüedad, alrededor de la época en la que los humanos llegaron al continente australiano por primera vez. Probablemente, fue utilizada para muchas tareas, como fabricar lanzas o talar y cortar la corteza de los árboles.
«Esta es la evidencia más temprana de hachas con mango en el mundo. En ninguna otra parte se han encontrado hachas de esa época», asegura Sue O'Connor, investigadora de la Universidad Nacional de Australia (ANU, por sus siglas en inglés). «En Japón esas hachas aparecieron hace unos 35.000 años. Sin embargo, en la mayoría de países del mundo llegaron con la agricultura hace menos de 10.000 años». Para O'Connor, este descubrimiento demuestra que la tecnología aborigen temprana no era tan simple como se creía hasta ahora. «Los artefactos de piedra australianos se han caracterizado a menudo por ser simples. Pero está claro que ese no es el caso cuando tenemos estas hachas con mango antes en Australia que en cualquier otra parte del mundo», dice. Producción local La investigadora cree que estas herramientas no fueron traídas por los humanos que llegaron a Australia hace 50.000 años, ya que no hay evidencias de su existencia en las islas del norte, sino que comenzaron a experimentar con las nuevas tecnologías y las desarrollaron allí mismo, aprovechando los recursos a su alcance. Pero, curiosamente, a medida que los humanos se extendieron por la masa continental, no se llevaron consigo la tecnología del hacha, que solo se desarrolló en el norte. «Estas diferencias entre el norte de Australia, donde siempre se utilizaron hachas, y el sur, donde no, se originaron en la época de la llegada y se mantuvieron hasta los últimos miles de años», afirma Peter Hiscock, profesor de la Universidad de Sídney. Los investigadores creen que el hacha fue pulida por molienda contra una roca más blanda, como piedra arenisca, y que fue utilizada, entre otras cosas, para crear lanzas y talar árboles.
«Esta es la evidencia más temprana de hachas con mango en el mundo. En ninguna otra parte se han encontrado hachas de esa época», asegura Sue O'Connor, investigadora de la Universidad Nacional de Australia (ANU, por sus siglas en inglés). «En Japón esas hachas aparecieron hace unos 35.000 años. Sin embargo, en la mayoría de países del mundo llegaron con la agricultura hace menos de 10.000 años». Para O'Connor, este descubrimiento demuestra que la tecnología aborigen temprana no era tan simple como se creía hasta ahora. «Los artefactos de piedra australianos se han caracterizado a menudo por ser simples. Pero está claro que ese no es el caso cuando tenemos estas hachas con mango antes en Australia que en cualquier otra parte del mundo», dice. Producción local La investigadora cree que estas herramientas no fueron traídas por los humanos que llegaron a Australia hace 50.000 años, ya que no hay evidencias de su existencia en las islas del norte, sino que comenzaron a experimentar con las nuevas tecnologías y las desarrollaron allí mismo, aprovechando los recursos a su alcance. Pero, curiosamente, a medida que los humanos se extendieron por la masa continental, no se llevaron consigo la tecnología del hacha, que solo se desarrolló en el norte. «Estas diferencias entre el norte de Australia, donde siempre se utilizaron hachas, y el sur, donde no, se originaron en la época de la llegada y se mantuvieron hasta los últimos miles de años», afirma Peter Hiscock, profesor de la Universidad de Sídney. Los investigadores creen que el hacha fue pulida por molienda contra una roca más blanda, como piedra arenisca, y que fue utilizada, entre otras cosas, para crear lanzas y talar árboles.
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