Encuentran en el Abric Romaní un espacio doméstico que permite conocer qué distribución hacían de él los neandertales hace 60.000 años
Un espacio doméstico bien conservado y delimitado, con hogares, herramientas de piedra y huesos de animales de hace 60.000 años, descubierto estos días en el nivel Q del AbricRomaní de Capellades (Barcelona), ha permitido conocer cómo era una casa comunal neandertal. Para los investigadores del IPHES que dirigen este yacimiento el hallazgo de un recinto posiblemente cerrado en forma de elipsis es una prueba concluyente que evidencia cómo vivía y organizaba el espacio esta especie. Un grupo de entre 30 y 40 individuos organizó el interior de dicho abrigo una zona doméstica para llevar a cabo todo tipo de actividades
Fecha de Publicación
26 de agosto de 2016
Fuentes de información digital utilizadas
IPHES Noticias, Noticias de la Ciencia y la Tecnología, Regió7
Fuente de las imágenes
IPHES Noticias, Regió7
Palabras clave:
Prehistoria, Paleolítico, neandertal, Abric Romaní, Capellades, Barcelona, hábitat, vivienda,
El equipo de investigadores que trabaja constató que un grupo humano de la especie Homo neanderthalensis, formado probablemente por entre 30 y 40 individuos, organizó en el interior de dicho abrigo una zona doméstica para llevar a cabo todo tipo de actividades. Estaba formada por tres hogares centrales y 14 periféricos que jerarquizaban el espacio bajo la visera del abrigo.
Se han observado tres áreas bien definidas para diferentes usos y funciones. Las más próximas y en contacto con la pared del abrigo actuarían como áreas dormitorio. En el medio, los hogares centrales donde se desarrollarían las actividades domésticas. Finalmente, la zona más alejada de la pared se utilizaba como un vertedero de basura.
Además, dentro del área interior mencionada se ha podido constatar la existencia de varias estructuras o modificaciones intencionales del espacio para llevar actividades como hogares y agujeros de poste. En este nivel a lo largo de tres años de excavaciones se han recuperado más de 10.000 restos que dan testimonio de estas actividades: herramientas de piedra y huesos de animales.
"Los autores de estas acciones eran comunidades de cazadores de caballos, ciervos y cabras, así como recolectores de leña de pino, entre otros recursos vegetales, que se establecieron estacionalmente en este abrigo", observa Eudald Carbonell, director de la excavación e investigador del IPHES-URV (Universitat Rovira i Virgili de Tarragona). "El fuego era el elemento central de estos campamentos ya que servía para iluminar, calentar, cocer los alimentos y para eliminar los desechos, además de ser un elemento organizador del espacio y de socialización", ha añadido. De hecho la buena conservación de los hogares de este yacimiento le otorga una singularidad para el conocimiento de las actividades pirotécnicas de los neandertales y de su estilo de vida.
Para el equipo que trabaja en el Abric Romaní, este nuevo descubrimiento permite postular que los neandertales tenían estructuras y espacios organizado parecidos a los del Homo sapiens, una prueba más de la complejidad social y organizativa de esta especie desaparecida. O sea, que neandertales y sapiens a pesar de ser especies paleontológicas diferentes tenían formas de vivir y organizar el espacio similares.
Se han observado tres áreas bien definidas para diferentes usos y funciones. Las más próximas y en contacto con la pared del abrigo actuarían como áreas dormitorio. En el medio, los hogares centrales donde se desarrollarían las actividades domésticas. Finalmente, la zona más alejada de la pared se utilizaba como un vertedero de basura.
Además, dentro del área interior mencionada se ha podido constatar la existencia de varias estructuras o modificaciones intencionales del espacio para llevar actividades como hogares y agujeros de poste. En este nivel a lo largo de tres años de excavaciones se han recuperado más de 10.000 restos que dan testimonio de estas actividades: herramientas de piedra y huesos de animales.
"Los autores de estas acciones eran comunidades de cazadores de caballos, ciervos y cabras, así como recolectores de leña de pino, entre otros recursos vegetales, que se establecieron estacionalmente en este abrigo", observa Eudald Carbonell, director de la excavación e investigador del IPHES-URV (Universitat Rovira i Virgili de Tarragona). "El fuego era el elemento central de estos campamentos ya que servía para iluminar, calentar, cocer los alimentos y para eliminar los desechos, además de ser un elemento organizador del espacio y de socialización", ha añadido. De hecho la buena conservación de los hogares de este yacimiento le otorga una singularidad para el conocimiento de las actividades pirotécnicas de los neandertales y de su estilo de vida.
Para el equipo que trabaja en el Abric Romaní, este nuevo descubrimiento permite postular que los neandertales tenían estructuras y espacios organizado parecidos a los del Homo sapiens, una prueba más de la complejidad social y organizativa de esta especie desaparecida. O sea, que neandertales y sapiens a pesar de ser especies paleontológicas diferentes tenían formas de vivir y organizar el espacio similares.
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