Localizan el pecio romano imperial mejor conservado de la costa catalana
La historia de la navegación humana está jalonada de aventuras que terminaron en el fondo del mar. Las condiciones atmosféricas cambiantes o las tormentas repentinas hacen que este medio de transporte tan antiguo haya entrañado grandes riesgos durante milenios, y los romanos, que llamaban al Mediterráneo Mare Nostrum y se movían por él como pez en el agua, no escapaban a estos infortunios. La Costa Brava, nombre ya significativo, alberga junto a las Islas Formigues el que es hasta ahora el pecio romano imperial (s. I d.C.) mejor conservado de Cataluña y uno de los mejores ejemplares de la costa Mediterránea. Sus abundantes ánforas, aún con sus tapas intactas, guardan el preciado garum, probablemente de la Bética, y aún pueden contarnos muchos secretos.
Fecha de Publicación
9 de noviembre de 2016
Fuentes de información digital utilizadas
La Información, La Vanguardia, El Periódico
Fuente de las imágenes
La Información, La Vanguardia, El Periódico
Palabras clave:
mundo clásico, romanos, pecio, Costa Brava, Girona, Cataluña, economía
Bibliografía científica, publicación original
El Centro de Arqueología Subacuática de Catalunya (CASC) del Departament de Cultura, en colaboración con la empresa Ictineu Submarins, ha localizado los restos sumergidos de un barco romano imperial de la primera mitad del siglo I d.C. ante las islas Formigues, en aguas del Baix Empordà, a unos 40 metros de profundidad y totalmente cubierto de arena. Se trata del hallazgo más importante de época imperial y el mejor conservado de este tipo de navíos en toda la costa catalana. Sólo se han catalogado 4 más de estas características en todo el Mediterráneo.
De momento, ya se ha corroborado que iba cargado de ánforas que transportaban garum de la Bética, la actual Andalucía. La exploración realizada el pasado mes de octubre, ha permitido localizar un total de 37 ánforas en sólo dos metros cuadrados. Y según el responsable del CASC, Gustau Vivar, se intuye que hay 15 metros más de casco donde es muy probable que haya más ánforas, colocadas unas encima de otras, formando un “gran puzle” de piezas, de modo que quedasen completamente ajustadas y la carga no se desplazase durante la travesía.
“Este tipo de embarcaciones, que probablemente venía de la Bética (Andalucía), transportaba entre 1.000 y 2.000 ánforas, pero hasta que no iniciemos las excavaciones no podemos hablar con más exactitud”, ha expuesto Gustau.
Los trabajos de los arqueólogos con el submarino Ictineu 3 -que posibilita inmersiones más largas en una profundidad superior a los 40 metros- han permitido valorar el estado de conservación del barco, su interés científico y recoger datos necesarios para planificar una campaña de excavación arqueológica en un futuro. La campaña se ha desarrollado cerca del puerto de Sant Feliu de Guíxols y de Palamós.
Ánforas muy bien conservadas
La inmersión ha permitido comprobar el magnífico estado de conservación de las ánforas, con sus tapones de corcho y cerámica aún cumpliendo su función selladora de la carga, por lo que los restos de garum aún se encuentran en su interior.
“Las destapamos bajo el mar y vimos que estaban bien por lo que podremos estudiar el contenido sin ninguna alteración anterior”, ha explicado el responsable del CASC.
“Son barcos muy grandes que se utilizaban para transportar grandes cargas de material. En Cataluña no habíamos encontrado ninguno igual hasta ahora. Todos eran de épocas posteriores y cuando lo trabajemos podremos saber de donde venía", explicaba Gustau Vivar.
Yacimiento conocido pero inexplorado
Los trabajos de prospección que han permitido localizar el barco se enmarcan en la confección de la Carta Arqueológica Subacuática en diferentes puntos de la costa del Baix Empordà, que ha sido completada durante el mes de octubre.
Hasta ahora no se había actuado en el yacimiento del hallazgo debido a la gran profundidad a la que se encuentra, aunque sí había noticia de su existencia. El submarino Ictineu 3 ha sido una pieza clave para la localizar el barco y ver su buen estado de conservación.
En próximas campañas procederán a su excavación y se esperan resultados científicos de interés tanto por la importancia arqueológica como por la calidad y singularidad de materiales que pueden llegarse a explorar y documentar en este barco.
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