El hallazgo, procedente de una tumba, data de entre los siglos XIII y XV.
Aún nos asombra la capacidad de las manos artesanas del pasado de crear objetos enormemente bellos y a la vez funcionales. Esto mismo podría decirse de un carcaj de época medieval fabricado con corteza de abedul y decorado con ornadas placas de hueso encontrado en una tumba en la región siberiana de Altai. Se trata de un sofisticado objeto, probablemente mongol, que parece tener diferentes compartimentos para distintos tipos de flechas, y aún conservaba en su interior flechas de punta de hierro y vástago de madera. Fue delicadamente envuelto en cintas de seda antes de ser depositado en el enterramiento, que parece pertenecer a un jinete guerrero, ya que también se han encontrado restos de una silla de montar.
Fecha de Publicación
10 de noviembre de 2016
Fuentes de información digital utilizadas
The Siberian Times
Fuente de las imágenes
The Siberian Times
Palabras clave:
medieval, mongoles, Kokorya, Altai, Siberia, guerrero, carcaj, flechas, enterramiento, abedul, hueso, hierro, moda
Bibliografía científica, publicación original
Un carcaj único perteneciente a un arquero medieval y flechas con puntas de hierro han sido hallados en un risco en la región de Altai, junto a su sarcófago de madera.
Dos habitantes de la zona dieron accidentalmente (según su versión) con el enterramiento, cercano a la población de Kokorya, y que contiene los huesos de un individuo aparentemente adulto, su carcaj de corteza de abedul, vástagos de flecha y puntas de hierro, intrincadas decoraciones y utensilios hechos de raíces de árboles, además de restos de lazos de seda.
Se cree que se trata de un guerrero que habría vivido entre los siglos XIII y XV. La prensa ya se ha lanzado a llamarle el "robin hood siberiano".
Parece que se trata de una persona respetada, lo que se respalda con la ubicación de su enterramiento y el cuidado con el que fue preparado para el más allá con sus flechas y su "sofisticado" carcaj. Tiene compartimentos para distintos tipos de flechas, según los científicos que lo han examinado.
Los arqueólogos aún no han obtenido el permiso de excavación para poder acceder al sarcófago de madera, aunque los lugareños que lo encontraron afirman haber visto huesos en su interior, y podría contener también el arco con que se dispararían las flechas.
El doctor Nikita Konstantinov, Director del Museo de la Universidad Estatal Gorno-Altaisk, ha dicho: "Por el momento tenemos un carcaj de corteza de abedul, dos placas de hueso con elaboradas decoraciones, puntas de flecha de hierro, vástagos de flecha de madera, revestimientos de corteza de abedul para una silla de montar, los restos de unos lazos, aparentemente de seda, y lo que queda de una correa de cuero".
"Inicialmente pensamos que las placas de hueso eran decoraciones del arco, pero han resultado ser decoraciones del carcaj".
Se sospecha que el guerrero sería de origen mongol. "no hay carcajs similares hallados en nuestra región, es un hallazgo único para los montes Altai". Fue envuelto en lazos de seda para ser enterrado.
"La correa de cuero fue usada para ajustar el carcaj al cinturón, creemos. A juzgar por la forma de las puntas de flecha, diría que el propietario era un guerrero". Pero también pudieron ser usadas para cazar.
Vasily Oinoshev, director de la Agencia para el Patrimonio Cultural e Histórico de la República de Altai, ha declarado: "El carcaj es un ejemplar muy interesante. Tiene "bolsillos" independientes para distintos tipos de flechas. Es un gran hallazgo, está muy bien conservado. Es importante examinarlo con más detalle para comprender cómo fue construido".
Los arqueólogos esperan obtener permiso para abrir y examinar el sarcófago el próximo verano, y mientras tanto haber avanzado en la conservación del lugar de enterramiento. Esperan hallar el arco y la silla de montar del arquero.
Altai es una región donde los mongoles enviaron su primera conquista hacia el exterior en el siglo XII. La zona permaneció bajo control mogol hasta los siglos XIV-XV.
Según el doctor Alexey Tishkin, investigador de Altai: "Cuando las tribus mongoles llegaron a Altai, las tradiciones turcas previas fueron olvidadas. Parte de la población local fue asimilada o destruida".
Los hallazgos de esta conquista mongol son muy infrecuentes en Altai. El sarcófago de madera y el clima frío y seco han contribuido a la excelente conservación de los hallazgos.
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