Hace 40.000 años había presencia de fauna fría en el entorno de Cova de les Teixoneres (Barcelona)
Pirineos y Cordillera Cantábrica han actuado frecuentemente como barrera biogeográfica entre especies cálidas y frías, por lo que la abundante presencia de mamuts y rinoceronte junto con otras especies con buena tolerancia al frío en el entorno de la Cova de les Teixoneres hace 40.000 años nos habla de un clima sensiblemente más frío que el actual en la zona. Tras estudiar los hallazgos faunísticos de la cueva, aún queda por determinar si se trata de fauna desplazada por un episodio especialmente frío o se trata de la población autóctona más meridional de Europa.
Fecha de Publicación
16 de diciembre de 2016
Fuentes de información digital utilizadas
Sinc, Efe Futuro
Fuente de las imágenes
Sinc
Palabras clave:
paleontología, prehistoria, paleolítico medio, fauna fría, mamuts, rinocerontes lanudos, Cova de les Teixoneres, Barcelona, Cataluña, España, mascotas
Bibliografía científica, publicación original
Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology
La Cova de les Teixoneres, en Moià (Barcelona), va proporcionando abundante información acerca de la fauna presente en su entorno en la época del ocaso de los neandertales, hace unos 40.000 años.
Un estudio recientemente publicado en la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, y liderado por la Universidad de Oviedo, en el que ha participado Ruth Blasco, especialista en tafonomía del CENIEH, además de investigadores de la Universidad Rovira i Virgili y el IPHES, revela la presencia de mamuts y rinocerontes lanudos en el entorno de la cueva, debido a un clima mucho más frío en el noreste peninsular durante el Paleolítico medio.
Se han analizado más de 25.000 restos de ungulados, datados entre los 45.000 y los 50.000 años de antigüedad. Los resultados revelan la presencia de una mezcla de animales templados, como el corzo y el asno silvestre, con animales fríos propios del otro lado de los Pirineos, como el mamut y el rinoceronte lanudo, además de otras especies con una gran tolerancia climática, como el ciervo, el caballo, el uro, la cabra, el rebeco y el jabalí.
La gran variedad de animales documentados en el yacimiento se debe a la diversidad de ambientes que existían hace 40.000 años alrededor de la cueva. En su entorno se combinaban ambientes esteparios y praderas con áreas boscosas y zonas escarpadas. Según Ruth Blasco, codirectora del yacimiento, “esta diversidad facilitaría sin duda la presencia de un buen elenco de predadores, como son las hienas de las cavernas, las auténticas protagonistas de la cueva, los leones, los osos de las cavernas y también de los grupos de neandertales”.
Al sur de los Pirineos
Esta presencia de animales fríos plantea además interesantes cuestiones de tipo biogeográfico y paleoecológico. Aún se desconoce si estos animales fríos llegaron a la comarca barcelonesa del Moianès empujados por un episodio climático frío o, por el contrario, formaban parte de una población autóctona, en cuyo caso, sería la más meridional de Europa occidental.
Los Pirineos y la Cordillera Cantábrica han actuado en diversas ocasiones como una barrera biogeográfica, creando como resultado en la Península Ibérica un refugio para especies más templadas. “Por esta razón, las noticias de la presencia de especies frías como el mamut, el rinoceronte lanudo o el reno en los yacimientos del Paleolítico medio peninsular suelen ser más bien escasas”, afirma Ruth Blasco.
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