La roca horadada marca el solsticio de invierno
Igual que en otras disciplinas científicas, en arqueología, cuando documentas las evidencias sobre el terreno, puedes encontrar importantes sorpresas por el camino. Un equipo de arqueólogos italianos que documentaba búnkeres de la Segunda Guerra Mundial en la costa sur de Sicilia dio con una roca intencionalmente horadada que lleva unos 5.000 años marcando el amanecer del día del solsticio de invierno con una precisión que quita el hipo. La roca fue localizada a finales del pasado noviembre, y testeada durante el último solsticio, con unos resultados más que satisfactorios para el equipo. Este lugar habría marcado el paso de las estaciones desde al menos el inico de la Edad del Bronce, y en sus cercanías se ha localizado una necrópolis de la cultura de Castelluccio.
Fecha de Publicación
5 de enero de 2017
Fuentes de información digital utilizadas
Archaeology, Seeker, ANSA
Fuente de las imágenes
Seeker, ANSA
Palabras clave:
edad de los metales, edad del bronce, Gela, Sicilia, Italia, calendario solar, solsticio, horóscopo, cultura de Castelluccio
Bibliografía científica, publicación original
Traducción: Laura Benito Díez.
Arqueólogos italianos han identificado en Sicilia una formación rocosa con un agujero horadado para permitir la observación del paso de las estaciones.
La roca tiene un agujero de casi un metro de diámetro, y marcaba el inicio del solsticio de invierno hace unos 5.000 años.
Esta piedra horadada fue descubierta el pasado 30 de noviembre, en la cima de una colina cercana a la necrópolis prehistórica situada a casi 10 kilómetros de Gela, en la costa sur de Sicilia, por un equipo que estaba documentando bunkers de la Segunda Guerra Mundial.
"Me resultó evidente que nos encontrábamos ante un agujero hecho deliberadamente por el hombre", ha declarado el arqueólogo Guiuseppe La Spina. "Sin embargo, necesitábamos una evidencia empírica para demostrar que la roca fue utilizada como un calendario prehistórico para medir las estaciones".
Mediante el uso de una brújula, cámaras y una videocámara montada sobre un dron equipado con GPS, La Spina y sus colegas llevaron a cabo una prueba en diciembre durante el solsticio de invierno. La idea era averiguar si el sol naciente durante el solsticio se alineaba con el agujero localizado en la roca. Según La Spina, el experimento fue un "éxito total".
"A las 7:32 AM el sol brilló radiante a través del agujero con una precisión increíble", ha declarado La Spina. "Fue asombroso".
La roca, que se eleva siete metros sobre la cima de la colina, habría marcado este momento de cambio de ciclo en el año y en las estaciones, anticipando el tiempo duro y frío por venir. Este momento habría tenido una importancia ritual. De hecho una posterior investigación de la zona reveló que se trataba de un área sagrada a finales del Tercer Milenio a.C.
Cerca de la piedra horadada, los investigadores encontraron varios enterramientos intactos del tipo denominado como tumbas de "grotticella". Excavadas en la roca, estas tumbas de cámara fueron la forma principal de enterramiento de la cultura de Castelluccio, que floreció en Sicilia durante la fase inicial de la Edad del Bronce.
Al este de la roca "calendario", La Spina y sus colegas hallaron lo que parece ser un menhir, o piedra hincada. La roca, de 4,5 metros de altura, yace en el suelo, pero la presencia de un agujero en el suelo junto a su base sugiere que el megalito se encontraba originalmente en posición vertical.
"Se alzaba a una distancia de 8 metros, justo en frente del agujero de la roca", ha declarado La Spina.
La composición geológica de la roca horadada y del menhir es diferente, lo que indica que el monolito fue cortado y transportado hasta este punto desde otro lugar.En opinión de La Spina, este hecho subraya la sacralidad del lugar.
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