Estudian cómo una técnica de talla mejora la resistencia a los impactos de algunas puntas creadas por este pueblo
La cultura de Clovis tiene el especial atractivo de ser la primera cultura conocida de América del Norte, por lo que su cultura material es analizada al milímetro en busca de pistas sobre estos primeros pobladores. Además, sus útiles de piedra son piezas muy vistosas, con cuidados acabados. Un reciente estudio publicado en Journal of Archaeological Science se ha centrado en analizar un tipo de puntas con un adelgazamiento en su base, que se consideraba meramente estético, pero que se ha revelado como una característica fundamental para absorber los impactos, convirtiendo a estas puntas en unos objetos especialmente resistentes a los golpes. Esta característica, desarrollada durante su avance por Norteamérica, podría haber constituido una ventaja importante en su avance por el territorio.
Fecha de Publicación
5 de abril de 2017
Fuentes de información digital utilizadas
Europa Press, Kent State University (Ohio)
Fuente de las imágenes
Europa Press
Palabras clave:
arqueología americana, paleoindio, Clovis, industria lítica, rotura, tecnología, economía
Bibliografía científica, publicación original
Journal of Archaeological Science
La cultura de Clovis se considera la primera cultura americana, y durante muchos años se ha considerado que su llegada es la única vía de entrada de población humana al continente americano, aunque dataciones muy tempranas de hallazgos en Chile o Brasil pongan en entredicho esta interpretación.
En cualquier caso, se trata de la cultura más antigua que se conoce en América del Norte, y sus puntas de proyectil generan gran interés por su desarrollo y por la belleza de sus acabados.
Entre algunas de las puntas se ha identificado lo que los expertos llaman una acanaladura, esto es, una muesca que genera un adelgazamiento en la base de las puntas, que afecta a la zona de enmangado de estas piezas. Esta característica se interpretó originalmente como algo más visual y decorativo que funcional, ya que a menor grosor de la pieza en su base se le asociaba en opinión de los investigadores una mayor fragilidad.
Nada más lejos de la realidad, tal y como ha revelado un estudio publicado en Journal of Archaeological Science. Esta investigación se ha centrado en comprobar la resistencia al impacto de estas piezas con acanaladura. La sorpresa para los investigadores ha sido comprobar que el adelgazamiento de la base de estas puntas permite una mejor absorción de los golpes, ofreciendo a la larga una mayor resistencia a la rotura. Por lo tanto, las piezas fabricadas con esta características ofrecerían una mayor durabilidad a sus dueños.
El estudio también ha permitido comprobar que, como contrapartida, la creación de la acanaladura en la base de estas piezas genera un mayor riesgo de rotura durante el proceso de talla. Aún así, las ventajas posteriores de uso llevaron a estos cazadores-recolectores a utilizar esta técnica de forma frecuente.
Tras alcanzar estos resultados, el equipo de la Universidad Estatal de Kent (Ohio) plantea que estas puntas anti rotura podrían haber contribuido a la expansión de las poblaciones por el continente americano, al tener piezas más resistentes y depender en menor medida de la localización de afloramientos rocosos adecuados para la talla de herramientas, aunque este punto es actualmente una hipótesis de trabajo.
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