Se trata de uno de los objetos de cobre más antiguos localizado en el continente americano
La región central andina ha sido la cuna de las grandes civilizaciones sudamericanas, pero no todos los avances tecnológicos se produjeron necesariamente en esta región. El hallazgo del más antiguo objeto de bronce sudamericano en los Andes argentinos, en la región de Catamarca, abre nuestra visión a otra realidad en la que distintos territorios tomaron parte en el desarrollo de importantes innovaciones. La pieza encontrada es una máscara de cobre, realizada mediante calentado y martilleado, en la que no se han encontrado aleaciones. Se trata de un interesante paso previo al desarrollo de la fundición de metales.
Fecha de Publicación
9 de junio de 2017
Fuentes de información digital utilizadas
Dicyt, NCYT, Live Science
Fuente de las imágenes
Live Science
Palabras clave:
arqueología americana, periodo arcaico, máscara, cobre, Valle del Cajón, Catamarca, Argentina, Andes, metalurgia, economía
Bibliografía científica, publicación original
Antiquity
La importancia de los Andes centrales como región en la que se desarrollaron las primeras culturas complejas sudamericanas ha llevado a pensar que de algún modo esta zona también aglutinó las más importantes innovaciones tecnológicas. Por esta razón, el hallazgo de uno de los objetos de cobre más antiguos de Sudamérica en los Andes argentinos, en la zona noroeste del país, abre nuevas vías de comprensión del desarrollo de otras culturas que podrían haberse considerado periféricas, y de su aproximación a la metalurgia.
La máscara de cobre ha sido hallada en la región de Catamarca, en el denominado Valle del Cajón, en un osario en el que se han identificado un mínimo de 14 individuos entre adultos y niños. A la pieza se le atribuye una antigüedad de unos 3000 años.
Se trata de una pieza de cobre sin ninguna aleación, aunque se conocen ejemplos posteriores de aleaciones también en el noroeste de Argentina. La máscara representa por ahora el más antiguo objeto acabado de este metal en Sudamérica. Leticia Cortés, investigadora asistente del CONICET en el IDECU, y autora de la investigación junto con Cristina Scattolin, resalta que el hallazgo demuestra la importancia de la región, y a su vez indica que el origen de esta tecnología se desarrolló en más de una región.
La fabricación de la máscara fue aún algo rudimentaria, el proceso consistió en calentar y martillear el metal, mientras que no se produjo ningún proceso de fundición. Cortés señala que "es un precursor de la metalurgia e implica una innovación tecnológica: el descubrimiento de que el proceso de golpear el material y calentarlo permite obtener esta lámina con la que hicieron la máscara".
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