Evidencias de pequeños refugios en materiales perecederos anclados a paredes rocosas en Sudán central
La arquitectura realizada por nuestros ancestros prehistóricos en materiales perecederos deja muy leves evidencias que desde la actualidad podamos interpretar. Por eso cada pequeño hallazgo es una oportunidad de asomarnos a estas construcciones. Un equipo arqueológico que trabajaba en la región central de Sudán ha documentado una serie de agujeros horadados en una gran roca, cuya funcionalidad parece ser la de anclar la estructura de pequeños refugios realizados con postes flexibles de ramas y raíces, que se beneficiarían además de la sombra de la peña. Aún no han podido ser datados de forma fiable, aunque en las inmediaciones se han localizado abundantes materiales neolíticos.
Fecha de Publicación
12 de junio de 2017
Fuentes de información digital utilizadas
International Business Times
Fuente de las imágenes
International Business Times
Palabras clave:
prehistoria, neolítico, Sudán, arquitectura, refugio, vivienda
Bibliografía científica, publicación original
Antiquity
Traducción: Laura Benito Díez.
Unos misteriosos agujeros de origen antrópico realizados en grandes rocas ubicadas en la ribera occidental del río Nilo podrían ser los restos de un antiguo tipo de arquitectura ya extinto creado hace miles de años, en opinión de los arqueólogos que los han documentado.
Mientras trabajaban en el yacimiento arqueológico de "Esfinge", en la zona central de Sudán, los investigadores han relacionado estas extrañas oquedades con estructuras realizadas con palos de madera que probablemente sirvieron como refugios para las gentes que ocupaban la zona en el Mesolítico (9000-5000 a.C), o en algún momento posterior.
Hasta ahora infrecuentes, este tipo de huellas en las rocas son registradas con frecuencia en las rocas del norte de África durante las prospecciones para la localización de arte rupestre, pero los equipos de investigación no han tenido oportunidad de prestarles mucha atención hasta ahora.
El estudio recién publicado en la revista Antiquity se centra en una serie de agujeros hallados en rocas graníticas. A pesar de que estas rocas se han visto afectadas por procesos naturales a lo largo de los años, estos agujeros en concreto han sobrevivido al paso del tiempo.
"Estos agujeros fueron claramente realizados por personas como sugieren sus formas regulares y su diámetro, son diferentes de las oquedades naturales que aparecen con el desgaste natural en las rocas. Una de las primeras preguntas que nos han planteado al presentar el artículo es cómo fueron perforados" ha declarado Lenka Varadzinová, investigadora en el Insituto Checo de Egiptología, y una de las autoras del artículo.
"Probablemente no se utilizaba nada de metal en el proceso, ya que no hemos encontrado trazas de ello. No podemos estar seguros del método utilizado para crear los agujeros, pero lo que es cierto es que sería un trabajo infernal, una inversión a largo plazo realizada durante un largo periodo de tiempo con la intención de quedarse en ese lugar".
Reconstrucción experimental
Los arqueólogos describen los agujeros como de forma regular y cilíndrica, con laterales visiblemente suavizados, un diámetro de entre 40 y 50 milímetros, y un final apuntado. Se encuentran a una altura de entre 1,3 y 3,2 metros sobre el nivel de suelo actual.
Mientras que estos agujeros podrían ser un indicio de antiguos rituales asociados con magia y espiritualidad, no hay ninguna evidencia firme al respecto. En su lugar, los arqueólogos cren que fueron realizados para cumplir una función más práctica, hipótesis que investigan a fondo en su artículo.
Durante la campaña de excavación de 2015, los arqueólogos obtuvieron medidas detalladas de los agujeros. Junto con la fotogrametría, los modelos 3D y las fotografías, estas medidas servirán para documentar de forma precisa los agujeros y las paredes de roca.
El equipo ha utilizado los datos obtenidos para realizar una hipotética reconstrucción de dos estructuras que habrían estado firmemente ancladas a las rocas y sustentadas por postes flexibles hechos de ramas o raíces. El extremo de uno de ellos apareció insertado en uno de los agujeros de la roca.
En este modelo, los agujeros, cuidadosamente perforados a lo largo de un amplio periodo de tiempo, forman la base para la construcción de cabañas ancladas a las rocas, donde habrían vivido las antiguas poblaciones.
"No hay certezas en arqueología, simplemente presentamos una hipótesis del aspectoque podrían haber tenido las estructuras. La hipótesis se basa en una reconstrucción científica, a partir de todos los datos registrados en el yacimiento", ha explicado Varadzinová.
"Estas gentes de la antigüedad tenían que vivir de algún modo, y teniendo en cuenta que hay tan escasos restos arquitectónicos del pasado en el noreste de África, estos agujeros constituyen otro tipo de hallazgo que, pensamos, pueden ser asociados con ello".
"These ancient people had to live somehow, and since there are so few architectural remains from the past in the North East of Africa, these holes constitute another type of finds that, we believe, one can associate with them.
"Estos refugios habrían estado anclados a las rocas para darles solidez y para mantenerlos a la sombra a lo largo del día, pero también porque no había mucho espacio en la plataforma de asentamiento, y de otro modo colocar una cabaña en mitad de ella habría dejado poco espacio libre para otras actividades".
Del mismo modo que datar el arte rupestre suele resultar muy difícil, relacionar estos agujeros con un periodo de tiempo concreto es un desafío. Los arqueólogos tienen que apoyarse en el hallazgo de objetos realizados previamente en la zona. En el yacimiento de Esfinge, la mayoría de los objetos datan del Mesolítico de Khartoum (9000-5000 a.C.), aunque algunos objetos son de periodos más recientes como el Meroítico (300 a.C. - 350 d.C.) y el periodo Funj (1500-1800 d.C.).
Dado que los autores no pueden señalar con certeza a cuál de estos periodos de tiempo pertenecen los agujeros en la roca, por ahora no se puede decir demasiado de la cultura de las gentes que los realizaron. Pero ya fuesen tempranos cazadores-recolectores, o pastores posteriores, habrían encontrado refugio de todos modos en estructuras de palos similares a las que se han reconstruido en el artículo, ligeras y prácticas para un estilo de vida nómada o seminómada.
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