Este yacimiento al aire libre es único en la península Ibérica
Cuanto más sabemos de los neandertales, más cercanos nos resultan, y más apasionante se vuelve esta realidad lejana en el tiempo pero mucho más cercana de lo que a veces pensamos. El yacimiento de Aranbaltza (Barrika, Bizkaia) es además un regalo a este respecto, con distintos enclaves de ocupación al aire libre que nos ofrecen distintas intantáneas de la vida de estos grupos humanos. Esta última campaña de excavación ha puesto al descubierto desde una punta de madera trabajada de hace unos 90.000 años hasta estructuras para acomodarse de manera temporal utilizando grandes bloques de basalto datadas hace entre 55.000 y 65.000 años. Y por supuesto, continúan apareciendo numerosos materiales de la última cultura material desarrollada por los neandertales hace unos 42.000 años, el Chatelperroniense.
Fecha de Publicación
19 de agosto de 2017
Fuentes de información digital utilizadas
El Correo
Fuente de las imágenes
El Correo
Palabras clave:
prehistoria, paleolítico medio, neandertales, Aranbaltza, Barrika, Bizkaia, chatelperroniense, cabañas, levallois, madera, moda
Bibliografía científica, publicación original
Una nueva campaña de excavación en el excepcional yacimiento neandertal al aire libre de Aranbaltza (Barrika, Bizkaia) ha proporcionado importantes restos arqueológicos que nos facilitan enormemente la labor de recosntruir el periodo en que se desarrolló la cultura Chatelperroniense, la última desarrollada por neandertales, antes de su extinción hace algo más de 30.000 años.
Varias campañas de excavación han ido ya proporcionando miles de objetos de sílex, y permiten además discernir distintos momentos de ocupación con diferentes cronologías.
Aranbaltza 2 se ha definido como un lugar de talla lítica y transformación de materias primas, donde despiezaban animales y curtían pieles. Allí se han encontrado más de 3.500 piezas adscritas al estilo conocido como Chatelperroniense, de hace aproximadamente 42.000 años. Resulta un tipo de talla bastante sofisticado, por lo que los investigadores del yacimiento pinensan en la existencia de una cierta división del trabajo. Joseba Rios-Garaizar, director de las excavaciones y miembro del CENIEH, explica que las puntas de Chatelperron implican en su proceso de fabricación un alto conocimiento técnico, y por ello implicaban una especialización. "No las podría hacer cualquiera. Eso nos está hablando de especialistas en talla".
Sin embargo, el enclave de Aranbaltza 1 refleja un momento anterior, datado hace entre 65.000 y 55.000 años. Se situaba en una playa fluvial, y en él se adivinan estructuras de habitación. Se han documentado restos de hogares, y grandes bloques de basalto utilizados como parapetos, que podrían haberse aprovechado a su vez para construir cabañas. Resulta un lugar único en la cornisa cantábrica por la presencia de estructuras construidas asociadas a neandertales, y en toda Europa apenas se conocen una docena de ejemplos. La industria lítica que aparece en este enclave es de tipo Levallois, con unos núcleos de extracción muy característicos, que permitían obtener lascas de muy buena calidad.
El sílex que aflora de forma natural en los acantilados de Barrika fue un elemento de atracción de grupos neandertales en la zona. Se trata de una materia prima que debio ser muy valorada entre ellos, ya que se ha documentado en yacimientos arqueológicos coetáneos que se encuentran hasta a 150 kilómetros de distancia.
La nueva joya de Aranbaltza es Aranbaltza 3, donde afloran materiales de 90.000 años de antigüedad, y donde se conservan además restos vegetales asociados a herramientas. Esta conjunción de elementos ofrece la oportunidad de conocer qué vegetales tenían a su alcance, y deducir parte de su alimentación. En un sondeo muy próximo a este enclave, abierto en la última campaña, se ha documentado una punta de madera trabajada, un excepcional hallazgo que aún está en proceso de estudio.
En conjunto, Aranbaltza ofrece una imagen de los neandertales llena de riqueza y profundidad, que revela a unas gentes con capacidades cognitivas y tecnológicas complejas, ilustrando una vez más como estas gentes no responden a la imagen zafia y poco inteligente que se ha transmitido de ellos durante décadas. Rios-Garaizar señala a este respecto: "Los neandertales no eran unos brutos. En Aranbaltza, estamos viendo un registro cultural al que lo único que le falta para ser igual que el nuestro es manifestaciones simbólicas evidentes, arte".
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