Técnicas forenses revelan el potencial letal en golpes sobre el cráneo de este tipo de armas
Rastrear los enfrentamientos violentos más allá de la Edad de los Metales y las armas que causaron distintos traumatismos letales durante la Prehistoria es tarea compleja, principalmente por la ausencia de armas conocidas con un uso específico sobre seres humanos. Desde la Universidad de Edimburgo han puesto en marcha una investigación con técnicas forenses para comprobar la capacidad letal de porras o bates de madera como la conocida batidora del Támesis, datada hace 5.500 años. Tras un esrtudio experimental usando modelos de cráneos humanos fabricados con materiales sintéticos, han identificado fracturas con patrones muy similares a las lesiones documentadas en cráneos neolíticos, por lo que este tipo de objetos se han revelado como un arma letal.
Fecha de Publicación
8 de diciembre de 2017
Fuentes de información digital utilizadas
Live Science
Fuente de las imágenes
Antiquity
Palabras clave:
prehistoria, neolítico, violencia, armas, madera, porra, batidora del Támesis, lesiones, cráneo, ciencia forense, ciencia
Bibliografía científica, publicación original
Antiquity
Traducción: Laura Benito Díez.
¿Cómo resolver un crímen de la Prehistoria? En primer lugar, identificando el arma homicida.
Arqueólogos del Reino Unido están empleando métodos forenses para comprender el uso de la violencia durante el Neolítico.
Una investigación recientemente publicada en Antiquity recoge los experimentos realizados con una réplica de una porra o bate de madera de 5.500 años de antigüeda para comprobar qué tipo de daños podía infligir sobre un modelo que imita una cabeza humana. Y han averiguado que este tipo de porras eran realmente letales .
Los conflictos en la Prehistoria
Los arqueólogos han encontrado amplias evidencias de violencia en Europa Central y Occidental durante el Neolítico, a través de enterramientos de personas con fracturas en el cráneo, algunas de ellas con evidencias de procesos de curación, y otras que resultaron fatales. Lo que tienen en común estas lesiones es que con frecuencia no estaba claro cuál fue el objeto que las produjo.
"Nadie estaba tratando de identificar por qué había traumatismos con objetos romos en este periodo", afirma la coordinadora del estudio Meaghan Dyer, doctoranda en la Universidad de Edimburgo. "Nos dimos cuenta que necesitábamos empezar a buscar las armas".
En periodos posteriores como la Edad del Bronce aparecen armas de metal como espadas y dagas. Pero las gentes del Neolítico no nos han dejado muchos objetos que se puedan clasificar como armas para ejercer la violencia sobre seres humanos. en palabras de Dyer. Los arcos y flechas, por ejemplo, podían utilizarse para cazar, pero también para disparar a otra persona.
"Queríamos ver si podíamos desarrollar un método realmente eficiente para determinar qué herramientas podían ser usadas como armas", apunta Dyer.
Así que Dyer y su supervisora, Linda Fibiger, comenzaron a utilizar modelos sintéticos de cráneos que están diseñados para los tests balísticos, ya que consideraron que los modelos animales y los cadáveres humanos no eran científicamente o éticamente aceptables. Estos cráneos están formados por una piel de goma colocada sobre una esfera hueca de poliuretano similar al hueso, rellenada con gelatina para simular el cerebro.
Dyer quería ver cómo se comportaban estas cabezas sintéticas tras ser golpeadas por una réplica de una porra neolítica de madera conocida como la Batidora del Támesis.
¿Arma homicida?
"Los bates de madera aún se utilizban como armas durante la Edad del Bronce, así que es bastante probable que fuesen una pieza importante del armamento neolítico", afirma Christian Meyer, que dirige el Centro de Investigación Osteo-Arqueológica en Goslar (Alemania), y ha estudiado la violencia durante el Neolítico, aunque no ha formado parte del equipo de investigación.
La madera no se conserva bien habitualmente en el registro arqueológico, pero la batidora del Támesis fue recuperada del sustrato anegado de la ribera norte del Támesis, en el área de Chelsea (Londres). Ha sido datada por radiocarbono entre 3530 y 3340 a.C. y se encuentra actualmente en el Museo de Londres. Dyer la describe como un bate de cricket muy mal hecho que es mucho más pesado en la punta.
Dyer contó con la colaboración de un adulto de 30 años con buena salud para recrear los golpes. y le pidió que golpease tan fuerte como pudiese los "cráneos", como si estuviese luchando a vida o muerte. Las fracturas resultantes recordaban a las lesiones observadas en cráneos neolíticos reales. Uno de los patrones de fractura se parece especialmente a los observados en un cráneo que data de 5.200 a.C. recuperado del yacimiento de Asparn/Schletz (Austria), donde se ha documentado una masacre en la que los arqueólogos ya especulaban con el uso de porras de madera.
"No tratábamos de replicar una lesión en particular, y cuando obtuvimos ese patrón de fractura, quedamos muy entusiasmados", dice Dyer. "Tuvimos claro que habíamos obtenido una coincidencia".
Reconstruyendo razzias y asaltos
Si los arqueólogos pueden relacionar armas específicas con lesiones específicas, entonces podrán comoenzar a reconstruir escenas de violencia en el Neolítico. El batidor del Támesis, por ejemplo, "es muy claramente letal", dice Dyer. Probablemente solo se habría usado en situaciones en las que estás tratando de matar a tu oponente. Dyer y sus colegas están comenzando ya a examinar escenarios en los que diferentes armas habrían podido causar lesiones en el cráneo no fatales.
Si era de la edad de piedra por que es de madera y como el remo de una canoa?
ResponderEliminarLo conocen como el Thames Beater y fue descubierto en el barrio londinense de Chelsea en la década de 1990. Es un palo grueso de madera de 1,2 kilos tallado en el """"""siglo IV""""" antes de Cristo que se encontró durante la excavaciones de una depósito de turba (carbón ligero) cerca del río Támesis.
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