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lunes, 8 de enero de 2018

Descubren campos irrigados para cultivar en mitad de la Ruta de la Seda
by LB Paleorama - 0


Los hallazgos parecen indicar que las poblaciones de nómadas de Asia central no se dedicaban únicamente al pastoreo

La posibilidad de utilizar drones en estudios de paisaje ofrece una nueva perspectiva de obtención y análisis de datos, lo que permite aportar una visión aérea en detalle no disponible hasta ahora. Esta tecnología ha permitido a investigadores de la universidad de St. Louis identificar sistemas de irrigación desarrollados hace más de 1.500 años por comunidades de pastores nómadas en la región más árida de la tierra, en pleno corazón de la Ruta de la Seda. Esta investigación, junto con otros estudios sobre las rutas de dispersión de cereales domesticados, indica que estas comunidades tradicionalmente consideradas ganaderas tenían un importante componente agrícola en sus economías, por lo que proponen definirlos de un modo más preciso con el término "agropastores".

Fecha de Publicación
3 de enero de 2018
Fuentes de información digital utilizadas
Washington University in St. Louis
Fuente de las imágenes
Washington University in St. Louis
Palabras clave:
mundo clásico, Asia central, China, montañas Tian Shan, valle de Mohuchahan, Ruta de la Seda, irrigación, agropastores, economía
Bibliografía científica, publicación original
Archaeological Research in Asia

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Traducción: Laura Benito Díez.
A través del uso de imágenes obtenidas desde satélite y reconocimiento desde drones, arqueólogos de la Universidad de Washington en St. Louis han descubierto un antiguo sistema de irrigación que permitía a una comunidad agrícola mantener a su ganado y obtener cosechas en el árido noroeste de China, uno de los climas desérticos más secos del mundo.
Perdidos durante siglos a los pies yermos de las montañas chinas de Tian Shan, los restos de la antigua comunidad agrícola permanecen ocultos a plena vista, con la apariencia de extrañas rocas redondeadas desperdigadas y arenosos surcos cuando se contemplan desde el suelo.
Prospectado a 30 metros de altura mediante el uso de drones y software especializado de análisis de imagen, el yacimiento muestra las inconfundibles características de diques de registro, , canales de irrigación y cisternas que alimentan un mosaico de pequeños campos de cultivo. La excavación inicial de sondeos también confirma las ubicaciones de pequeñas granjas diseminadas y campos de enterramientos, según ha dado a conocer Yuqi Li , estudiante de doctorado del Departamento de Antropología en Artes y Ciencias, quien descubrió el yacimiento gracias a una beca financiada por la National Geographic Society.
Los análisis preliminares, como detallan Li y los coautores del estudio en el número de diciembre de la revista Archaeological Research in Asia, sugieren que el sistema de irrigación fue construido en el siglo III o IV d.C. por comunidades locales de pastores que pretendían añadir una mayor cantidad de cereales a su producción de vegetales para el consumo y la crianza de ganado.
"Al tiempo que la investigación sobre antiguos intercambios de cosechas a lo largo de la Ruta de la Seda se desarrolla, los arqueólogos deberían investigar no solo las cosechas propiamente dichas, sino también el conjunto de tecnologías, como la irrigación, que habrían permitido a los "agropastores" diversificar sus economías", afirma Li.
"En los últimos años, más y más arqueólogos han comenzado a darse cuenta que la mayoría de las denominadas comunidades de pastores nómadas en la antigua Asia Central estaban también relacionadas con la agricultura", añade Li. "Pensamos que es más preciso llamarlos agropastores, porque el componente agrícola en su economía era un fenómeno normal en lugar de una situación de transición".
El equipo de Li ha trabajado con el Laboratorio de Análisis Espacial, Interpretación y Exploración (SAIE) de la Universidad de Washington, usando en primer lugar imágenes de satélite para focalizarse en un área conocida como MGK, denominada así por el cercano valle de Mohuchahan, un valle ubicado entre las montañas de Tian Shan.
Un mapeado más detallado del yacimiento ha sido obtenido utilizando un dron cuadricóptero y nuevo software de fotogrametría que ha combinado unas 2.000 fotos aéreas geolocalizadas para crear modelos 3D del lugar.
El yacimiento ha proporcionado a los investigadores un ejemplo especialmente bien conservado de un sistema de irrigación a pequeña escala que los primeros agricultores idearon para cultivar cereales en un clima que históricamente recibe menos de 66 milímetros de precipitaciones anuales, aproximadamente una quinta parte del agua necesaria para cultivar incluso las variedades de mijo más tolerantes a la sequía.
Los investigadores creen que el yacimiento se utilizaba para cultivar mijo, cebada, trigo y quizás uvas.
El descubrimiento es importante, recalca Li, porque ayuda a resolver un debate de larga duración sobre cómo las tecnologías de irrigación se abrieron paso a través de este árido rincón de la región china de Xinjiang.
Mientras que algunos estudiosos sugieren que todas las técnicas principales de irrigación fueron traídas por primera vez por las tropas de la dinastía Han (206 a.C. - 220 d.C.), el estudio de Li sugiere que las comunidades locales agropastoriles adoptaron muchas técnicas de irrigación de climas áridos antes del periodo Han y continuáron usándolas después.
Un curso de agua conocido como el río Mohuchahan drena el valle y conduce un hilo de agua procedente del deshielo y la escasa lluvia montañas abajo antes de desaparecer en las arenas del vasto desierto de Taklaman, en China.
Las Montañas de Tian Shan, que forman el extremo norte de este desierto, son parte de una cadena montañosa que ha servido durante largo tiempo como corredor central para las rutas prehistóricas de la Ruta de la Seda entre China y Próximo Oriente.
La investigación de Li en MGK se apoya en el trabajo de su colega de la Universidad de Washington Michael Frachetti, profesor de antropología, cuya investigación sugiere que las comunidades ganaderas que vivían a lo largo de este sistema montañoso formaban una enorme red de intercambios que cubría gran parte del continente euroasiático.
La investigación aún en desarrollo por parte de Frachetti y sus colegas de la Universidad de Washingtonafirma que las semillas de los primeros cultivos domésticos se extendieron gradualmente por nuevas áreas a lo largo de este corredor asiático intramontañoso, a través de redes sociales formadas por antiguos grupos nómadas, que se encontraban al desplazar los rebaños a los pastos de cada estación.
Basándose en su investigación en MGK, Li cree que las primeras tecnologías de irrigación también siguieron esa misma ruta, pasando de un grupo de pastores a otro a lo largo de miles de años.
Li señala que sistemas de irrigación a pequeña escala similares a MGK fueron creados en el oasis del delta del río Geokysur en el sudeste de Turkmenistán hacia el año 3.000 a.C. y más lejos hacia el oeste en el asentamiento de Tepe Gaz Tavila en Irán hacia el 5.000 a.C.
La comunidad agrícola de Wadi Faynan, establecida en un entorno desértico en el sur del Jordán durante la Edad del Bronce final, tenía un sistema de irrigación casi idéntico al de MGK, incluyendo canales construidos con grandes rocas, cisternas y muros de separación de campos.
Comparados con los sistemas de irrigación conocidos durante la dinastía Han en la región de Xinjiang, el sistema de MGK es pequeño, irrigando unos 2 kilómetros cuadrados a lo largo de siete zonas a lo largo del río Mohuchahan. El actual estudio de Li se centra en una de esas 7 zonas, conocida como MGK4, que proporcionaba irrigación a unos 240.000 metros cuadrados.
Por el contrario, los sistemas de irrigación introducidos bajo la dinastía Han en las comunidades de Milan y Loulan empleaban canales más largos, anchos y profundos, realizados en línea recta, para irrigar áreas mucho más grandes, por ejemplo un solo sistema podía irrigar más de 48 kilómetros cuadrados.
Mientras que algunos investigadores estiman que los trabajadores de la dinastía Han habrían tenido que mover cerca de 1,5 millones de metros cúbicos de tierra para construir un sistema capaz de irrigar 10 kilómetros cuadrados, Li calcula que el sistema de MGK pudo haber sido construido por una pequeña comunidad de granjeros con mucho menos esfuerzo en unos pocos años.
While some researchers estimate that Han Dynasty workers would have had to move about 1.5 million cubic meters of dirt to build a tuntian system capable of irrigating 2,500 acres, Li calculates that the 500-acre system at MGK could have been constructed by a small community of farmers with much less effort in a few years.

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