Un estudio comparativo basado en las huellas de Laetoli sugiere que Australopithecus ya caminaba como nosotros
Las investigaciones de un equipo de la Universidad de Arizona basadas en el estudio morfológico de las huellas de Laetoli (Tanzania), dejadas por varios australopithecus hace unos 3,6 millones de años, sugieren que estos antepasados caminaban ya de forma prácticamente erguida como nosotros, y no encorvados y con una postura más flexionada como puedan hacer los chimpancés. En su estudio han contado con la participación de 8 voluntarios, que han generado para el equipo rastros de pisadas andando tanto completamente rectos como encorvados.
Fecha de Publicación
23 de abril de 2018
Fuentes de información digital utilizadas
The Washington Post, Europa Press
Fuente de las imágenes
The Washington Post, Europa Press
Palabras clave:
evolución humana, locomoción, bipedismo, Laetoli, Tanzania, australopithecus, paleobiología, gente
Bibliografía científica, publicación original
EXPERIMENTAL BIOLOGY 2018 Annual Meeting (abstract)
Las fascinantes huellas de Laetoli (Tanzania), dejadas sobre el barro por varios australopithecus hace aproximadamente 3,6 millones de años, siguen revelando datos clave sobre el proceso evolutivo que nos ha llevado a caminar como lo hacemos. Tradicionalmente se ha considerado que nustra forma de andar completamente erguida está directamente relacionada con el género Homo, y que antepasados tan antiguos se desplazarían con las rodillas algo dobladas y la espalda encorvada, con un movimiento mucho menos eficiente que el que realizamos de forma natural cada día.
Sin embargo, un estudio presentado recientemente en la reunión anual Experimental Biology de San Diego parece indicar que la evolución de nuestra forma de locomoción fue previa, bastante anterior a lo que se creía, y que los australopithecus que dejaron su impronta en Laetoli ya se desplazaban prácticamente igual que nosotros.
David Raichlen, profesor asociado de la Universidad de Arizona, es el autor principal de esta investigación. Raichlen afirma que aunque habría algunos matices, en general, estos homínidos seguramente caminarían de una forma muy similar a la nuestra.
Actualmente, los orígenes tempranos del bipedismo se suelen situar en torno a 7 millones de años desde el presente, aunque se consideraba que durante un muy largo periodo de tiempo estas especies habrían mantenido una postura encorvada.
El equipo de Raichlen ha utilizado un amplio rango de técnicas para reconstruir la mecánica del caminar de los australopithecus en base a la evidencia de las huellas de Laetoli. La combinación de datos experimentales y estudios morfológicos parecen indicar que estas huellas son consistentes con una forma de desplazamiento completamente bípeda.
Uno de los análisis practicados ha sido un estudio comparativo con las huellas dejadas por 8 voluntarios caminando completamente rectos y también encorvados (doblando rodillas y caderas). Al analizar cómo se mueve el centro de presión a lo largo del pie en una y otra forma de caminar, los científicos se dieron cuenta de que las huellas de Laetoli se asemejan más a las huellas hechas por humanos modernos caminando erguidos.
Caminar erguidos, con las piernas completamente extendidas, es más eficiente (consume menos energía) que caminar encorvado de forma más parecida a la de un mono. Esta nueva forma de desplazarse habría permitido soportar viajes más largos. Así, el cambio a una forma de andar más parecida a la humana probablemente tuvo algo que ver con la forma en que nuestros ancestros obtenían su alimento, y cuán lejos tuvieron que viajar para encontrarla.
No hay comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario. No es necesario estar registrado. Antes de su publicación será revisado por un moderador. Cualquier mensaje con publicidad directa o indirecta será eliminado. Si quieres publicitar tus cursos, solicítalo en el mensaje.