¿Qué ha fallado en la protección de estas mámoas conocidas e inventariadas?
Iniciábamos la semana con distintos titulares que recogían la destrucción total de al menos una mámoa y daños parciales en otras dos en el concello de O Irixo (Ourense) y no podemos por menos que preguntarnos, estupefactos, por qué se producen este tipo de desgraciados atentados contra el Patrimonio. Donde otras personas pudieran ver un obstáculo, desde nuestra óptica elementos como estos siempre son una oportunidad de desarrollo, además de una riqueza universal que debemos cuidar y proteger. ¿Cómo podemos transmitir esta visión al resto de la sociedad?
Fecha de Publicación
22 de abril de 2019
Fuentes de información digital utilizadas
Galicia Press, La Opinión A Coruña, El Independiente
Fuente de las imágenes
Galicia Press
Palabras clave:
prehistoria, neolítico, mámoas, O Irixo, Ourense, Galicia, destrucción, sucesos
Todas ellas estaban incluidas en el Catálogo de Bienes Culturales de Galicia, aunque lo verdaderamente importante es que cada una de ellas era un ejemplo único, un testigo mudo aún en pie, de los avatares de esta comarca a lo largo de los últimos 6.000 años. Y a la vez, una riqueza de valor incalculable, literalmente imposible de poner precio, para las comunidades que habitan en su entorno.
¿Ha sido un problema de desprotección? ¿De falta de prevención? Probablemente el mayor peligro en este caso haya sido el completo desapego de algunas personas hacia el Patrimonio, el suyo, el de todos.
La mámoa conocida como Túmulo de Barro ha quedado completamente arrasada al haber allanado el terreno en el que se encontraba, mientras que el Túmulo 3 da Bugalleira y Túmulo 4 da Bugalleira han sido afectadas de forma parcial. Daños ya irreparables, cuyo alcance quizá no comprendan en toda su dimensión quienes desconocen cómo se desarrolla en detalle la investigación en arqueología.
Según distintos digitales en los que se puede leer la noticia, desde el ayuntamiento de O Irixo afirman que no conocían la existencia de estos yacimientos, que por otra parte fueron vallados hace tres años para protegerlos de posibles daños relacionados con las obras del AVE realizadas en las proximidades.
Preguntado por si es necesario solicitar algún permiso para realizar obras en el entorno de bienes catalogados, el alcalde Manuel Penedo ha respondido a Europa Press que desde que él gobierna "nunca hay permisos para estas cosas", algo que no puede dejar de sorprender a quienes ejercen la arqueología tanto desde la administración como desde el sector privado.
Los daños se han producido al utilizar un bulldozer para crear cortafuegos y caminos forestales en la zona, que de seguro se podrían haber compatibilizado con la presencia de estos monumentos megalíticos. Estas mámoas podrían haber sido además un elemento dinamizador para la comarca, gestionadas de un modo adecuado. Pero para ello hay que valorarlas, y la vía para hacerlo es conocerlas, comprender su significado, y sentirlas como propias.
En algo estamos fallando como profesionales del Patrimonio cuando la arqueología se percibe como un estorbo, algo que paraliza, obstaculiza, y "amenaza el progreso". Más nos vale difundir, dar a conocer, explicar, y escuchar también, de cara a prevenir nuevos desastres como este. La educación en Patrimonio resulta en todo caso fundamental para su protección. Nadie puede valorar lo que no comprende.
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