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jueves, 3 de octubre de 2019

Las heces de hiena cuentan la historia de Denisova
by LB Paleorama - 0

Muestra de sedimento de Cueva Denisova. Foto: Flinders University.

La cueva famosa por haber dado a conocer al mundo a los denisovanos fue ocupada con más frecuencia por carnívoros que por nuestros ancestros

La cueva de Denisova alcanzó fama mundial tras el descubrimiento en 2010 de los primeros restos de una especie humana desconocida, conocida desde entonces como denisovanos, aunque parece que su presencia en la cueva fue bastante marginal comparada con las ocupaciones de grandes carnívoros. ¿Y quién se ha chivado? Pues nada menos que las deposiciones conservadas en el sustrato.

Fecha de Publicación
27 de septiembre de 2019
Fuentes de información digital utilizadas
Cosmos
Fuente de las imágenes
Cosmos
Palabras clave:
prehistoria, arqueología, paleolítico inferior, Paleolítico medio, Cueva Denisova, Altai, Rusia, grandes carnívoros, coprolitos, hienas, sucesos
Bibliografía científica, publicación original
Nature Scientific Reports
Traducción: Laura Benito Díez.

Durante la mayoría de los últimos 300.000 años, los verdaderos ocupantes de la cueva de Denisova en el sur de Siberia fueron grandes carnívoros, especialmente hienas de las cavernas, nada adecuadas como compañeras de piso para los humanos.

Un nuevo estudio realizado por investigadores rusos y australianos, y liderado por Mike Morley (Flinders University, Australia) muestra que la ocupación humana del lugar parece haber sido esporádica, a pesar del volumen de fragmentos de herramientas. Y estos humanos antiguos que se refugiaron en la cueva probablemente usaron el fuego menos de lo que se esperaba.

La excavación, a los pies de los montes Altai, alcanzó fama mundial tras el descubrimiento en 2010 de los desconocidos hasta entonces denisovanos, que utilizaron la cueva entre 200.000 y 50.000 años atrás, y pudieron haberla compartido con neandertales en ocasiones. Descubrimientos recientes incluyen al primer descendiente conocido de ambas especies.

Aunque este dato es relevante en si mismo, la reciente publicación en Scientific Reports señala que el ADN y los fósiles humanos encontrados en el yacimiento solo son una pequeña parte de todo el material recuperado, y por tanto solo una fracción de la historia de la cueva.

El resto, especialmente la abundancia de coprolitos, ayudan a completar la imagen de lo que estuvo sucediendo en este importante refugio durante el Pleistoceno medio y después.

El estudio microscópico de bloques de sedimento intactos recogidos en las cámaras Principal y Este muestra que la cueva estuvo ocupada prácticamente de manera continua por grandes animales durante los tres últimos ciclos glaciares-interglaciares.

Los investigadores han podido atribuir el grueso de los coprolitos a hienas de las cavernas (Crocuta crocuta speleans). A ninguno nos gustaría encontrarnos con uno de estos animales en una cueva oscura. Eran mucho más grandes que sus primas africanas y cazaban caballos, bisontes y rinocerontes lanudos. Este formidable y antaño abundante predador de la edad de hielo se extinguió hace unos 14.000 años por razones que aún no comprendemos del todo.

Otros coprolitos fueron dejados por lobos , y también hay signos de alteración de los sedimentos por parte de grandes animales como los osos de las cavernas.

En comparación, los microscópicos restos de la actividad humana son muy fragmentarios, lo que quizá no es sorprendente teniendo en cuenta la compañía.

Mientras que el carbón encontrado en las muestras muestra que estos humanos antiguos usaban el fuego, la pequeña cantidad descubierta sugiere que los denisovanos no fueron muy prolíficos al respecto.

Los investigadores destacan que esto podría estar relacionado con los lugares donde se recogieron las muestras, espacios confinados no muy adecuados para las hogueras, aunque la escasez de evidencias de fuego sigue siendo intrigante.

El coautor Richard Roberts, de la Universidad de Wollongong, indica que el estudio es muy significativo porque muestra cómo la microscopía y otras herramientas de la ciencia arqueológica moderna pueden extraer importante conocimiento del material sedimentario.

"Con el uso de análisis microscópicos, nuestro último estudio revela las visitas esporádicas de homínidos, ilustradas por las trazas de uso de fuego consistentes en minúsculos fragmentos, pero con un uso continuo del lugar por parte de carnívoros cavernarios... que muy improbablemente habrían cohabitado con humanos".

Nuevas investigaciones serán necesarias para descubrir qué tipo de materiales orgánicos, como ADN o lípidos, pueden recuperarse de los fragmentos de coprolitos.

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