Últimas noticias

Tu periódico del Pasado

Tu periódico del Pasado

lunes, 16 de diciembre de 2019

De un yacimiento espectacular y un expolio catastrófico
by LB Paleorama - 0

Arriba, sello medieval y trozos de un casco celtíbero; abajo un casco destrozado y armas prerromanas y romanas incautadas durante la Operación Helmet, en 2013. Foto: GUARDIA CIVIL.

La inacción del gobierno español permitió la escandalosa subasta de las más destacadas piezas de Aratikos por Europa

Una historia que da para un guión de cine negro, pero que tristemente sucedió de verdad paso por paso. Un expolio sistemático de más de tres décadas, la destrucción de un yacimiento único como es el poblado celtíbero de Aratis, la inacción del gobierno español a pesar de la denuncia de la venta ilegal de piezas por parte de otras instituciones... Todo ello ha desembocado en la sentencia de cárcel para dos de los culpables (un tercero falleció antes de celebrarse el juicio), aunque eso no nos devolverá la información arqueológica destruida. Por otro lado nos queda un pequeño lugar para el consuelo, porque otros elementos asociados al yacimiento están siendo ahora estudiados científicamente, como lo que parece ser un observatorio astronómico celtíbero compuesto por un conjunto de estructuras tumulares.

Fecha de Publicación
16 de diciembre de 2019
Fuentes de información digital utilizadas
El País (2013)El País (2019a)El País (2019b)El País (2019c)
Fuente de las imágenes
El País (2013)El País (2019a)El País (2019b)El País (2019c)
Palabras clave:
edad de los metales, edad del hierro, expolio, Aratis, Aratikos, Aranda de Moncayo, Zaragoza, Aragón, celtíberos, observatorio astronómico, astronomía, sucesos
Bibliografía científica, publicación original
Zephyrus
  • Tres de los cascos celtíberos devueltos a España por el Museo de Arte Clásico de Mouguins (Francia). Foto: El País.
  •  
  • Casco celtíbero hallado en Aranda de Moncayo (Zaragoza). Foto: El País.
  •  
  • Terreno removido con una pala en el yacimiento de Aranda de Moncayo. Foto: David Asensio.
  •  
  • Trabajos de investigación sobre el túmulo principal del centro astronómico celta de Aranda. Foto: Universidad de Salamanca.
  • Vista aérea del túmulo principal con la situación y orientación del muro diametral; señalados con círculos otros túmulos menores. Foto: Universidad de Salamanca.
En 2013 comenzábamos a conocer los desconcertantes sucesos que comenzaron a producirse en la década de 1980. Tras años de investigación judicial el relato ha cobrado forma, y vamos comprendiendo la profundidad del alcance del expolio sistemático realizado durante décadas sobre el yacimiento celtíbero de Aratis, ante la pasmosa dejadez de las autoridades competentes. Probablemente, de no ser por la repetida denuncia del Römisch-Germanisches Zentralmuseum de Maguncia (Alemania), nada de esto se habría conocido.

En 2018 dos de los imputados, un tercero había fallecido ya, fueron condenados a penas de entre tres y seis años de cárcel. Pero el profundo daño al patrimonio de todos ya estaba hecho largo tiempo atrás. La sentencia recogía textualmente que "Su acción ha impedido que los especialistas conozcan datos que podían haber modificado el conocimiento de los pueblos prerromanos de la península Ibérica", según ha recogido el diario El País, medio que destapó el caso para la opinión pública en 2013.

Las alarmas saltaron por primera vez en 1990, cuando uno de los implicados, anticuario afincado en Suiza, ofreció varios cascos de bronce en excepcional estado de conservación al Römisch-Germanisches Zentralmuseum (RGZM). Dos de ellos fueron trasladados hasta el museo, que desestimó la compra por considerar evidente su origen ilícito y presentó una denuncia a la Interpol, y finalmente 15 cascos procedentes de Aranda de Moncayo acabaron en manos del acaudalado coleccionista austriaco Axel Guttmann. Otros dos fueron comprados entonces por un coleccionista de Londres, que revendió una de las piezas en Hong Kong.

Se trata de piezas excepcionales, especialmente por su estado de conservación. Los ejemplos de cascos que conocemos, casi siempre procedentes de necrópolis, suelen estar muy fragmentados y deteriorados. El estado de este conjunto hace pensar a los expertos que podría tratarse de un depósito ritual, relacionado con un lugar de culto, pero toda esa información se ha perdido ya para siempre.

La destrucción de Aratis

Las piezas arqueológicas, por muy valiosas que sean en cuanto a materiales y técnicas de ejecución, quedan despojadas de su significado real sin su contexto arqueológico, que nos permita comprender por qué estaban donde estaban y qué uso se hizo de ellas. La operación Helmet desarrollada por la Guardia Civil tras la aparición del caso en los medios (y no antes, a pesar de hasta dos denuncias por parte del RGZM que fueron puestas en conocimiento del gobierno español), ha dado como resultado la recuperación de más de 6.000 piezas arqueológicas al margen de los cascos vendidos y subastados en distintos puntos de Europa. Y todo ello fue arrancado de la tierra destruyendo este valioso yacimiento.

Los condenados por el expolio de Aratis o Aratikos compraron en la década de 1980 varias parcelas en el cerro donde se asienta la antigua ciudad celtíbera, con el pretexto de levantar allí una urbanización de casas prefabricadas. Como dueños de la propiedad, y con la autorización del ayuntamiento, comenzaron a peinar la zona de forma sistemática con detectores de metales y a abrir manualmente zanjas para obtener los materiales. Estas actividades eran conocidas por los vecinos de la zona.

A pesar de haber obtenido destacados materiales, como los cascos de bronce subastados, el deseo de obtener más piezas llevó a los expoliadores a introducir maquinaria pesada en el yacimiento, desmontando, según recoge la sentencia, “varias toneladas de tierra, lo que supuso la destrucción de la muralla celtíbera”.

Además de destruir completamente el registro arqueológico que acompañaba a los miles de piezas expoliadas, los condenados empleaban productos químicos para limpiar los metales, e incluso soldaduras para "restaurar" algunas piezas.

En 1992 el ayuntamiento de Aranda de Moncayo paraliza las excavaciones con maquinaria, ya que para eso no tenían permiso, y lo denunció al Gobierno de Aragón, pero el expolio continúa de nuevo de forma manual hasta bien entrado el siglo XXI. La denuncia aparentemente se perdió en los vericuetos de la burocracia.

La dejadez de las instituciones

La primera denuncia del RGZM no tuvo reacciones por parte del gobierno español. Pero en 2008, tras la muerte de Axel Guttman, sus herederos comienzan a deshacerse de su gran colección, y los cascos reaparecen en un catálogo de subastas. El RGZM contacta de nuevo con la Interpol, y paraliza temporalmente las ventas denunciando el caso al abogado del Estado de Múnich, que solicita al gobierno español que reclame su propiedad. Pero el gobierno no mueve ficha y las subastas se suceden en Christie's (Londres) y Hermann Historica (Múnich), sin que la justicia española haga nada por evitarlo. De todos los cascos subastados, una parte quedó en los Museos Guttmann de Berlín, y 7 fueron adquiridos por el Museo de Arte Clásico de Mouguins (Francia). Esta institución es la que muy recientemente ha decidido devolver los cascos en su poder a España, al conocer la historia de las piezas.

En 2009 se subastan las últimas piezas en Alemania, y desde el RGZM se contacta con expertos españoles que elevan un informe al Ministerio de Cultura, de nuevo infructuoso, por lo que en 2011 se lleva el caso al Defensor del Pueblo. Entonces sí, la Fiscalía de Medio Ambiente del Tribunal Supremo abría las diligencias que levaban a la detención de los sospechosos, actualmente ya condenados como culpables.

Aún se subastaron dos cascos más en 2012, de nuevo en Christie's, aunque en lugar de describirlos como ibérico-calcídicos, lo hicieron como griegos, para suscitar menos preguntas sobre su origen.

Lo que sí queda en Aratis

A pesar de la profunda afectación al asentamiento, otros sectores asociados a él pueden ser aún investigados y contribuir a escribir la historia de las gentes que lo habitaron. A algo más de 1 kilómetro del poblado existe una concentración de túmulos que ha sido estudiada recientemente por encargo de la Dirección General de Patrimonio Cultural de Aragón. El arqueólogo Francisco Romeo y el astrofísico César Esteban López han llegado a la conclusión de que se trata de un complejo astronómico celta. El conjunto estaría alineado hacia la salida del sol en el solsticio de verano, y también guardaría relación con los movimientos solares en 1 de noviembre, festividad celta de samhain en la que se celebraba el final del año agrícola y el comienzo de la oscuridad.

Algunos de los túmulos tendrían carácter funerario. Las acumulaciones de piedras se distribuyen en tres grupos distribuidos por un área que se encuentra por encima de los 1.000 metros de altitud. La formación central presenta una mayor altura y dimensiones, y se ubica en la cumbre del cerro de Peñas Pasera, un lugar con una extraordinaria visibilidad. El estudio acaba de ser publicado en la revista científica Zephyrus, y abre una nueva puerta a la comprensión del conocimiento astronómico de los celtíberos.

« ANTERIOR
SIGUIENTE »

No hay comentarios

Publicar un comentario

Deja tu comentario. No es necesario estar registrado. Antes de su publicación será revisado por un moderador. Cualquier mensaje con publicidad directa o indirecta será eliminado. Si quieres publicitar tus cursos, solicítalo en el mensaje.