La aplicación de análisis estadísticos revela niveles de estandarización que hasta ahora sólo relacionábamos con sociedades complejas postpaleolíticas
Las pequeñas cuentas de collar con "forma de cesta" localizadas en varios yacimientos auriñacienses de la Aquitania francesa nos hablan de las habilidades de los individuos del Paleolítico superior para crear bellos objetos de adorno a partir de esteatita y de marfil de mamut, pero la investigadora Claire Heckel ha querido ir más allá, y aplicar análisis estadísticos a una muestra de más de 400 cuentas para poder extraer información sobre su producción y el nivel de estandarización del proceso. Sorprendentemente, las cuentas revelan una muy elevada estandarización para referirnos al Paleolítico superior, lo que nos lleva a pensar que estas sociedades de cazadores-recolectores podrían ser bastante más complejas de lo que se ha considerado durante décadas de investigación.
Fecha de Publicación
28 de marzo de 2017
Fuentes de información digital utilizadas
Heritage Daily
Fuente de las imágenes
Heritage Daily
Palabras clave:
Prehistoria, Paleolítico superior, cuentas de collar, estandarización, análisis morfométricos, estadística, artesanía, complejidad social, cazadores-recolectores, Auriñaciense, Aquitania, Francia, moda
Bibliografía científica, publicación original
Quaternary International, Journal of Archaeological Science: Reports
Traducción: Laura Benito Díez.
El Paleolítico superior esta marcado por el dominio de los objetos, dejados por nuestros ancestros. Cuando lo comparamos con tiempos más recientes, especialmente con la llegada de la agricultura hace 10.000 años, las evidencias de cómo vivían nuestros ancestros del Paleolítico superior y cómo organizaban sus sociedades son mucho más escasas. Recientemente, están empezando a plantearse preguntas acerca de cómo prejuzgamos a los homininos del Paleolítico superior.
Claire Heckel, del Museo Americano de Historia Natural, en asociación con el CNRS francés, quiere aprovechar el poder de las estadísticas y el registro arqueológico para comprender el nivel de complejidad social. Hace varias décadas, los arqueólogos asumieron que los antiguos cazadores-recolectores eran gentes simples con estructuras sociales simples. El surgimiento de la agricultura en el creciente fértil se argumentaba como algo que suponía un marcado contraste con lo que había antes, con una súbita necesidad de asentarse, desarrollar estados y después reinos. Los arqueólogos en la actualidad no pueden despojarse completamente de su idea del contraste entre los dos momentos de la Prehistoria. La cuestión es: ¿hemos exagerado la simplicidad de los homininos del Paleolítico superior?
Con el fin de comenzar a responder esta pregunta, primero necesitamos encontrar evidencias de cómo estaba estructurada la sociedad en el Paleolítico superior. Heckel estaba muy interesada en lo que un diminuto objeto como una cuenta de collar podía contarnos de la sociedad de este periodo. Estas cuentas en forma de cesta ("Basket-shaped beads") fueron halladas en cuatro enclaves arqueológicos, cuevas y abrigos rocosos, en Aquitania, en el sur de Francia. Las cuentas son extremadamente interesantes debido al tiempo y esfuerzo empleados en crearlas. Algunas de las cuentas fueron hechas de esteatita (en inglés "soapstone"), que es una roca metamórfica compuesta de talco y esquisto, y cuyo nombre popular en ingés se debe al tacto jabonoso y suave que le da la presencia del talco. Sin embargo, otras fueron talladas sobre marfil de mamut, fragmentado en segmentos en un proceso de 5 pasos.
El registro arqueológico no siempre ha sido muy claro como para arrojar luz sobre el pasado y muchos antropólogos han recurrido a la etnografía para ayudar a explicar lo que encontramos a través de la arqueología. Muchos olvidan que los que ocurre entre los bosquimanos del Kalahari no puede ser un modo de explicar las sociedades de homininos del Paleolítico superior en la congelada Europa. El primer arqueólogo que trató de aplicar la etnografía fue el doctor Lewis Binford, quien vivió junto a los Nunamiut de Alaska como forma de adentrarse en la vida de la Europa de finales de la última glaciación. En cualquier caso, esto no constituye una evidencia directa por lo que es necesario regresar al registro arqueológico y a las pistas directas. Eso es lo que está haciendo Claire Heckel, al aplicar análisis morfométricos a 402 cuentas de collar con forma de cesta, lo que permite cuantificar el nivel de estandarización.
Tras tomar 6.432 puntos sobre las 402 cuentas, Heckel ha utilizado un análisis de variaciones denominado ANOVA para comparar y contrastar la silueta y la forma de las cuentas procedentes de los cuatro yacimientos. Los resultados sugieren que la producción de cuentas era un proceso altamente estandarizado. Los análisis estadísticos fueron comparados con datos procedentes de yacimientos del Neolítico y la Edad del Bronce procedentes de distintos lugares del mundo, y el nivel de maestría es comparable a la especialización en la producción de las cuentas de collar durante la aparición de la agricultura.
Ha habido cierto debate sobre cómo deberíamos describir el trabajo artesano en el Paleolítico superior. Por ejemplo, Jacques Pelegrin argumentaba en 2007 que la palabra maestría debería ser utilizada para describir el trabajo artesano intensivo en el Neolítico. Este debate continúa en la actualidad, pero se llame como se llame, había intercambios teniendo lugar en la región de Aquitania. Los afloramientos de esteatita son fácilmente identificables en comparación el marfil de mamut, que forma parte de un ser vivo que se desplazaba por el entorno. Podemos medir la distancia que recorrió la esteatita desde su fuente de procedencia hasta las cuevas o abrigos, lo que se convierte en un desafío imposible de resolver cuando nos referimos al marfil.
Heckel propuso tres modelos diferentes para explicar el registro arqueológico en Aquitania. El Modelo 1 sugiere que había un único punto de producción en la región, desde donde las cuentas fueron distribuidas. El Modelo 3 sugiere que los grupos nómadas del Paleolítico superior fabricaron las cuentas en los cuatro yacimientos considerados. Pero es el Modelo 2 el que mejor se ajusta a los análisis estadísticos realizados, sugiriendo que había múltiples territorios con su propio centro de producción individual, mientras que los intercambios y la distribución dieron lugar a la deposición de las cuentas en las cuevas y los abrigos. El trabajo de Heckel es solo el comienzo de un largo proceso de investigación para comprobar si hemos estado exagerando la simplicidad de las estructuras sociales del Paleolítico superior. Basándonos en las cuentas con forma de cesta halladas en yacimientos arqueológicos del Auriñaciense inicial, un pequeño grupo de gente parece haber estado dedicando una enorme cantidad de tiempo para crear estos bellos objetos.
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