Estudios metalográficos prueban que el metal procede de un meteorito
El misterio (real o imaginario) siempre ha rodeado al faraón Tutankamón y su espectacular tumba, pese a ser una de las más pequeñas del Valle de los Reyes. Esta vez los titulares los protagoniza una daga de hoja de hierro con una bella empuñadura de oro encontrada en los vendajes de su momia. ¿Qué tiene de especial? A la vista del estudio metalográfico realizado a la hoja del arma, el hierro con que se fabricó procedería de un meteorito. Un arma "extraterrestre", como titulan algunos, que dará lugar a numerosas leyendas y especulaciones. Pero, ¿cómo no les iba a parecer a los egipcios trascendental un mineral caído del cielo?
Fecha de Publicación
30 de mayo de 2016
Fuentes de información digital utilizadas
20 Minutos, El Mundo, NCYT
Fuente de las imágenes
NCYT
Palabras clave:
mundo clásico, egipcio, Valle de los Reyes, Egipto, puñal, hierro, metalografía, moda
Bibliografía científica, publicación original
Meteoritics & Planetary Science
Un equipo internacional de investigación ha documentado el origen meteorítico del hierro de la hoja de una daga que perteneció al antiguo faraón egipcio Tutankamón (siglo XIV antes de nuestra era). Este estudio ha permitido solucionar un largo y acalorado debate entre los estudiosos desde que fue descubierta entre las vendas de la momia del rey en 1925, por el arqueólogo Howard Carter.
La investigación es obra de especialistas del Consejo de Investigación Nacional Italiano, el Politécnico de Milán, la Universidad de Pisa, el Politécnico de Turín, y la empresa XGLab, todas estas entidades de Italia, así como el Museo Egipcio de El Cairo y la Universidad de Fayún en Egipto.
El análisis geoquímico realizado por el equipo de Massimo D'Orazio y Luigi Folco, profesores de la Universidad de Pisa, a través de espectrometría por fluorescencia de rayos X no invasiva, indica que la hoja de hierro de la daga, actualmente expuesta en el Museo Egipcio de El Cairo, contiene níquel (el 10 por ciento del peso) y cobalto (el 0,6 por ciento del peso) en concentraciones que se observan habitualmente en meteoritos férricos.
Una larga historia
La daga de hierro fue descubierta junto a otra de oro en los envoltorios de la momia de Tutankamón. La pieza sometida a examen se halló concretamente en el muslo derecho del monarca. Con menos decoración y aspecto más utilitario que su gemela dorada, es uno de los pocos objetos realizados con hierro procedente de meteorito en el Egipto de los faraones. Su empuñadura está tallada en oro y decorada con motivos florales como el lirio y plumas que concluye con una cabeza de chacal. La pieza contiene, además, cristal de roca.
Desde su hallazgo, los estudiosos han especulado con la posibilidad de que la daga fuera el regalo de un mandatario extranjero. De hecho, un puñal similar aparece citado como dádiva en una carta del rey Mitanni a Amenhotep III. El análisis, realizado en los laboratorios del Museo Egipcio de Tahrir, no es el primero que protagoniza el arma. En 1973, un examen sugirió su origen en base al alto contenido de níquel pero el estudio completo jamás fue publicado y no se especificaron las técnicas analíticas utilizadas entonces.
Dos décadas después, una nueva prueba por fluorescencia de rayos X arrojó un contenido de níquel en peso que se consideró incompatible con el hierro meteorítico. "En los últimos 20 años, se ha producido una importante mejora de los detectores de estado sólido", reconoce el ensayo para justificar el empleo de la misma técnica.
Las novedades acerca de la daga, que permaneció a buen recaudo bajo las arenas del Valle de los Reyes, en la actual Luxor, no son el único rastro de meteoritos en el Antiguo Egipto. Recientemente se anunció el descubrimiento de nueve pequeños abalorios en una tumba de Gerzeh -una necrópolis predinástica ubicada en Fayum, al sur de El Cairo- que datan de alrededor de 3.200 a.C. y están compuestos también de hierro meteorítico.
"Las piezas sugieren que los antiguos egipcios atribuyeron un gran valor a este tipo de hierro para la producción de finos objetos decorativos y ceremoniales hasta el siglo XIV a.C.", indica el estudio que califica la daga de Tutankamón de "éxito de la forja de hierro" a orillas del Nilo. Unas pesquisas que abren la puerta a nuevos interrogantes sobre su simbolismo: "Más allá del Mediterráneo, en otras culturas antiguas, la caída de meteoritos se percibía como un mensaje divino".
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