El paraje de La Mora Encantada, en Ateca, fue el escenario de la Batalla de Alcocer a finales del siglo XI
La arqueología a veces se convierte en una especie de prueba del polígrafo de las fuentes históricas. En este caso ponemos en la palestra al Cantar del Mío Cid, en el que se narra la sangrienta Batalla de Alcocer, en tierras aragonesas. Gracias a las precisas descripciones geográficas se ha podido ubicar el lugar de la batalla en el paraje de La Mora Encantada (Ateca, Zaragoza). Ahora, una intervención arqueológica trata de comprobar el resto de datos sobre la batalla recogidos en el cantar, cuyas cifras fueron muy probablemente engrosadas para ensalzar al héroe, convirtiéndolo en leyenda.
Fecha de Publicación
27 de diciembre de 2016
Fuentes de información digital utilizadas
La Información, El Mundo
Fuente de las imágenes
La Información
Palabras clave:
medieval, Paraje de la Mora Encantada, Ateca, Zaragoza, España, Cid, Batalla de Alcocer, sucesos
Bibliografía científica, publicación original
Dentro del célebre Cantar del Mío Cid, el más famoso cantar de gesta de la literatura medieval castellana, se recoge el destierro sufrido por Don Rodrigo Díaz de Vivar, aunque en realidad fueron dos, uno en 1081 y otro en 1088. Durante ese tiempo de destierro, tuvo lugar la sangrienta Batalla de Alcocer, a la que se refieren estos versos:
Cuando vio mío Cid que Alcocer no se entregaba,
él hizo una estratagema, más no lo retrasaba:
plantada deja una tienda, las otras se las llevaba,
avanzó Jalón abajo con su enseña levantada...
Versos 574 y ss. CMC
El cantar habla del sitio de Alcocer durante 105 días, de cómo las tropas del Cid simulan su partida y vencen la plaza, y de la posterior llegada desde valencia de tropas mousulmanas para recuperarla. Tras una sangrienta batalla, el poema recoge 1.300 bajas en el bando musulmán y la obtención de un gran botín por parte del Cid y los suyos. Pero lo más importante es que las descripciones geográficas son muy precisas, lo que ha permitido identificar el lugar de la batalla con el Paraje de La Mora Encantada, en el actual término municipal de Ateca (Zaragoza).
En concreto, la ruta aragonesa de Rodrigo Díaz de Vivar comenzó en un lugar situado entre Ariza y Cetina. Después, atravesó Alhama y pasó de largo por el núcleo urbano de Ateca para instalarse en un promontorio cercano al río Jalón, actualmente el cerro Torrecid, desde el que organizó la conquista de Alcocer.
Tras una primera intervención arqueológica en el lugar durante el año 2004, se ha realizado ahora una nueva excavación con el fin de seguir ampliando nuestro conocimiento sobre este episodio histórico, y poder verificar o desmentir las informaciones recogidas en el poema.
Ya en el año 2004 se pudo confirmar que en ese lugar existió un asentamiento de época islámica situado al abrigo del farallón arcilloso, sobre el cual se emplazaría una torre para vigilar el territorio. Los restos hallados llevaron a pensar que su abandono fue precipitado, y se consideran de época anterior a la conquista de Calatayud por el rey Alfonso I en el año 1120.
Los últimos trabajos arqueológicos, dirigidos por los arqueólogos José Luis Cebolla y Francisco Javier Ruiz, se han llevado a cabo durante este mes de diciembre.
"Primero hemos hecho un levantamiento topográfico y en tres dimensiones del yacimiento y luego hemos procedido a la excavación en sí, que ha sacado a la luz nuevas estructuras y nuevos materiales arqueológicos", ha detallado José Luis Cebolla, para agregar que "una vez realizado el trabajo de campo, ahora procederemos a estudiar y analizar estos hallazgos para ver qué información nos aportan".
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