Diversas marcas de corte, descarnamiento y fractura para alcanzar el tuétano han sido documentados en huesos humanos de Coves de Santa Maira
Cosas que nos causan sorpresa y asombro. Hace unos 9.000 años, un grupo de cazadores-recolectores que vivía en la zona de la actual Marina Alta (Alicante), se dedicó a despiezar y romper cuidadosamente los cuerpos, y por tanto los huesos, de dos adultos y un niño de dos años, probablemente para comer su carne y, literalmente, sorber hasta el tuétano. Así lo han dado a conocer investigadores de la Universidad de Valencia, que han recuperado 30 restos óseos humanos en les Coves de Santa Maira (Castell de Castells) plagados de marcas de corte con herramientas de piedra, marcas de dientes, y evidencias de haber sido machacados para acceder a su interior. En palabras de Juan V. Morales Pérez, autor principal del estudio, las marcas “siguen el orden lógico de un proceso de carnicería y consumo”. Y los restos fueron depositados allí mismo, en el mismo entorno el en que aparecen huesos de otros animales que formaban parte de su dieta.
Fecha de Publicación
12 de enero de 2017
Fuentes de información digital utilizadas
Efe Futuro, Universidad de Valencia
Fuente de las imágenes
Journal of Anthropological Archaeology
Palabras clave:
prehistoria, mesolítico, Coves de Santa Maira, Castell de Castells, Marina Alta, Alicante, España, canibalismo, ritual funerario, sucesos, destacados
Bibliografía científica, publicación original
Journal of Anthropological Archaeology
Los trabajos de investigación que realiza la úniversidad de Valencia en les Coves de Santa Maira, en Castell de Castells (Marina Alta, Alicante) han puesto de manifiesto la presencia de restos óseos humanos con evidencias de canibalismo de hace entre 10.200 y 9.000 años de antigüedad.
En total se han localizado 30 restos óseos humanos que presentan marcas de manipulación por corte y fractura, y que pertenecerían al menos a 3 individuos, dos adultos y un niño de apenas dos años.
La investigación ha sido publicada en Journal of Anthropological Archaeology, y en ella se argumenta la interpretación como un comportamiento antropófago o caníbal de los grupos de cazadores-recolectores mesolíticos del Mediterráneo occidental. Los investigadores basan sus conclusiones en que las distintas marcas identificadas sobre los restos óseos “siguen el orden lógico de un proceso de carnicería y consumo”, según ha explicado Juan V. Morales Pérez, autor principal del estudio.
Las marcas fueron realizadas con útiles líticos, dentales, de percusión y de fuego. Para poder identificarlas, especialmente las dentales, que serían muy similares a las dejadas por carnívoros no humanos, se ha recurrido a estudios comparativos con las marcas identificadas sobre restos de animales hallados en las mismas capas del yacimiento.
“Sabemos que los cazadores-recolectores del Mesolítico (10.500 - 7.000 años) explotaron de forma combinada diferentes recursos y ecosistemas, desde la costa a la media montaña. Por tanto, eran grupos que conocían y consumían una amplia variedad de recursos, sin que tengamos evidencia de una carencia nutricional que permita contextualizar este comportamiento”, añade Morales.
No hay comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario. No es necesario estar registrado. Antes de su publicación será revisado por un moderador. Cualquier mensaje con publicidad directa o indirecta será eliminado. Si quieres publicitar tus cursos, solicítalo en el mensaje.