El ADN de dos mujeres que vivieron hace 7.700 años en Rusia oriental revela cierta continuidad con las poblaciones actuales del este de Asia
A diferencia del occidente europeo, transformado por diferentes oleadas de población desde la Prehistoria que han ido perfilando el ADN de lo que somos ahora, parece ser que en los confines orientales de Asia las poblaciones no han experimentado cambios genéticos significativos en prácticamente 8.000 años. A través del estudio de ADN antiguo de los restos de dos mujeres encontradas en la Cueva del Diablo (Rusia), en una zona próxima a la frontera con Corea del Norte y China, se ha podido comprobar importantes similitudes con el ADN de la población Ulchi actual, un pueblo de un territorio cercano a la cueva, y que ha mantenido su modo de vida cazador-pescador-recolector hasta tiempos muy recientes. Estos datos indican que en el este de Asia, la influencia genética por llegada de población relacionada con la neolitización y el establecimiento de cultivos fue muy poco relevante.
Fecha de Publicación
1 de febrero de 2017
Fuentes de información digital utilizadas
La Vanguardia, Europa Press, Science
Fuente de las imágenes
University of Cambridge
Palabras clave:
prehistoria, neolítico, cazadores-recolectores, Cueva del Diablo, Rusia, ADN, Ulchi, gente
Bibliografía científica, publicación original
Science Advances, University of Cambridge (nota de prensa)
En contraste con los europeos occidentales, una nueva investigación ha hallado que los habitantes actuales de Asia oriental son muy cercanos genéticamente a los antiguos cazadores-recolectores que vivieron en la misma región hace caso 8.000 años.
El estudio acaba de ser publicado en la revista científica Science Advances, y es el primero que ha sido capaz de obtener ADN nuclear de antiguas poblaciones de la zona y compararlo con el de las poblaciones actuales.
A la vista de los resultados, en los últimos 8.000 años no se ha producido ninguna gran migración o "rotación de la población" en esta zona, lo que ha hecho que las poblaciones Ulchi de la cuenca del Amur muestren cierta "continuidad" genética con los resos humanos de 7.700 años de antigüedad localizados en las cercanías de su territorio actual, en la zona de frontera entre Rusia, Corea del Norte y China.
Para el equipo de investigación, la vastedad del continente asiático unida a drásticos cambios en el clima podrían ser las razones que hayan evitado una escasa influencia de los agricultores neolíticos en estas poblaciones. Además, el pueblo Ulchi ha conservado su modo de vida cazador-pescador-recolector hasta momentos muy recientes.
El director del estudio, Andrea Manica, de la Universidad de Cambridge, señala que "genéticamente hablando, las poblaciones del norte de Asia oriental han cambiado muy poco por alrededor de ocho milenios". El estudio se ha llevado a cabo con las participaciones del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Ulsan (Corea), y del 'Trinity College Dublin' y la 'University College Dublin' (Irlanda).
"Una vez que contabilizamos alguna entremezcla local, los Ulchi y los antiguos cazadores-recolectores parecían ser casi la misma población desde un punto de vista genético, aunque hay miles de años entre ellos", resalta Manica.
El ADN antiguo fue extraido y analizado por el equipo del Trinity College Dublin. Los restos proceden de una cueva conocida como Puerta del Diablo, que se enclava en una zona montañosa cerca de la costa oriental de Rusia, a la altura del norte de Japón. Los restos fueron obtenidos por un equipo de arqueólogos soviéticos en 1973. Junto a cientos de herramientas de piedra y hueso, madera carbonizada de una antigua vivienda y evidencias de hierba silvestre entretejida en lo que es uno de los primeros ejemplos conocidos de un textil, se encontraron también los restos incompletos de cinco seres humanos.
De entre todos los resto humanos recuoerados en la Puerta del Diablo, las mejores muestras para el análisis se obtuvieron de los cráneos de dos mujeres. Una de ellas contaba poco más de 20 años en el momento de su muerte, y la otra cerca de 50. La ocupación del yacimiento se remonta a hace más de 9.000 años, aunque se ha estimado que las dos mujeres murieron hace alrededor de 7.700 años.
A través de su ADN se han podido identificar ciertos rasgos físicos y características biológicas en el caso de la mujer de más edad. Por ejemplo, probablemente tenía los ojos marrones y el pelo grueso y liso. Casi con toda seguridad era intolerante a la lactosa, pero era poco probable que hubiera sufrido de enrojecimiento por alcohol, una reacción de la piel al alcohol común en las poblaciones actuales de Asia Oriental.
Además de la afinidad genética con los Ulchi, se ha podido comprobar que estas dos mujeres también tienen un ADN cercano al de otras poblaciones de habla tungúsica en la China actual, como los oroqen y hezhen.
Veronika Siska, de la Universidad de Cambridge, afirma: "Nuestro trabajo sugiere que estos grupos forman un fuerte linaje genético descendiendo directamente de los primeros cazadores-recolectores neolíticos que habitaban la misma región miles de años antes".
No hay comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario. No es necesario estar registrado. Antes de su publicación será revisado por un moderador. Cualquier mensaje con publicidad directa o indirecta será eliminado. Si quieres publicitar tus cursos, solicítalo en el mensaje.