El estudio de los restos de un niño de unos 8 años procedente de la cueva asturiana de El Sidrón revela como era el crecimiento en esta especie
Los científicos lo conocen como J1, y es uno de los "13 de El Sidrón", los restos fósiles de 13 individuos neandertales encontrados en esta cueva asturiana. De entre ellos, J1 es especial porque para él el tiempo se detuvo en el momento en el que su cuerpo estaba dando el paso de su etapa infantil a su etapa juvenil. Murió cuando contaba entre 7 y 8 años de edad, lo que le convierte en una oportunidad de oro para el estudio de las fases y tiempos del desarrollo de los neandertales y sus diferencias con nosotros. Desde el Museo Nacional de Ciencias Naturales se ha coordinado un estudio recientemente publicado en Science, que muestra que el cerebro neandertal continuaba aumentando su volumen años después que en el caso de los humanos modernos, y algunas otras diferencias cronológicas de desarrollo entre los neandertales y nosotros.
Fecha de Publicación
21 de septiembre de 2017
Fuentes de información digital utilizadas
Sinc, Dicyt, Europa Press
Fuente de las imágenes
Sinc, Dicyt
Palabras clave:
prehistoria, paleolítico medio, neandertales, El sidrón, Asturias, infancia, crecimiento, salud
Bibliografía científica, publicación original
Science
Los científicos lo conocen como J1, con esta nomenclatura se refieren a los restos esqueletales de un joven neandertal, de entre 7 y 8 años de edad, encontrados entre otros individuos neandertales en la cueva de El Sidrón (Asturias). Su peculiaridad es que su edad ha permitido hacer con sus huesos un estudio comparativo del crecimiento de neandertales y humanos modernos que acaba de ser publicado en Science, con interesantes resultados.
Principalmente, los científicos han podido determinar que nuestros patrones de crecimiento y los de los neandertales son diferentes. Antonio Rosas, investigador del MNCN y autor principal de este estudio, ha explicado que, mientras que en nuestro caso, el cerebro deja de aumentar su volumen en torno a los 6 años de edad, en el caso del niño neandertal del Sidrón, de 7'7 años, el cerebro aún estaba creciendo.
Es posible que lo que ocurriese en los neandertales fuese que el desarrollo se produjese de una manera más gradual, para lograr su mayor volumen cerebral y al mismo tiempo su desarrollo del resto del tiempo de un modo más eficiente y menos costoso energéticamente.
Los expertos también han identificado diferencias en el estado de soldadura ósea entre humanos modernos y neandertales en torno a los 7 años. En concreto, las articulaciones cartilaginosas de las vértebras torácicas medias y el atlas, que en nuestra especie también son los últimos elementos en soldarse, en este neandertal se habrían soldado unos 2 años después que en los niños actuales.
El estado de conservación de J1, y su estadío de desarrollo, justo en el paso de individuo infantil a juvenil, lo convierten en un fósil excepcional para documentar estos procesos en neandertales. Otro elemento fundamental para el estudio es su dentadura, donde se observa una combinación perfecta de piezas infantiles y de adulto.
Estudios anatómicos previos habían permitido deducir su talla, 111 centímetros, y su peso, de unos 26 kilos. Su dentadura refleja que sufrió hipoplasia del esmalte cuando tenía 2 o 3 años, y los investigadores creen que la malnutrición pudo ser la causa de su muerte.
No hay comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario. No es necesario estar registrado. Antes de su publicación será revisado por un moderador. Cualquier mensaje con publicidad directa o indirecta será eliminado. Si quieres publicitar tus cursos, solicítalo en el mensaje.