Una noticia "arqueólogica" ha sacudido estos días varios medios de alcance nacional
El titular debía resultar demasiado jugoso para dejarlo pasar. La prensa recogía el descubrimiento (que no era tal) de una villa romana en una localidad de Burgos por parte de una persona que buscaba molinos hidráulicos a través de Google Maps.
Fecha de Publicación
20 de Diciembre de 2017
Una noticia "arqueólogica" ha sacudido estos días varios medios de alcance nacional, y es que el titular debía resultar demasiado jugoso para dejarlo pasar. La prensa recogía el descubrimiento (que no era tal) de una villa romana en una localidad de Burgos por parte de una persona que buscaba molinos hidráulicos a través de Google Maps.
Acto seguido la red se llenó con la imagen aérea en cuestión, que por motivos éticos no reproducimos, en la que se podía observar la planta de lo que se adivina como la pars urbana de una villa de época romana con impresionante nivel de detalle. Ante esta situación, se han comenzado a mover por la red ciertos comentarios de los que nos hacemos eco acerca de la conveniencia de difundir estas imágenes de cara a la protección del yacimiento, ya que son un reclamo innegable para el furtiveo, aunque es probable que este yacimiento, como tantísimos otros, fuese ya conocido en ese entorno.
Por otro lado, resulta que el yacimiento no era desconocido, ya que el Servicio Territorial de Cultura conocía su existencia al menos desde 1998, por lo que una sencilla llamada de los medios de comunicación a este servicio hubiera permitido constatar el estatus de este yacimiento, y probablemente recibir información sobre cómo proceder con este tipo de informaciones, que pueden causar un daño irreparable a nuestro patrimonio.
A pesar de lo que nos gustaría a muchos, la administración no tiene en la actualidad la capacidad de intervenir sobre los miles de yacimientos arqueológicos inventariados, por lo que la medida cautelar más eficaz para su protección es mantener su invisibilidad. Aunque el "descubridor" obró bien al ponerse en contacto con la administración, lo de lanzarse a comunicarlo a la prensa, suponemos que en busca de vincular su nombre al hallazgo, no parece la mejor opción para la salvaguarda del patrimonio, lo que choca especialmente con su pertenencia a una asociación relacionada con el mismo, denominada "Patrimonio para Jóvenes".
En esta ocasión no os dejamos enlaces a la noticia, por razones obvias.
Acto seguido la red se llenó con la imagen aérea en cuestión, que por motivos éticos no reproducimos, en la que se podía observar la planta de lo que se adivina como la pars urbana de una villa de época romana con impresionante nivel de detalle. Ante esta situación, se han comenzado a mover por la red ciertos comentarios de los que nos hacemos eco acerca de la conveniencia de difundir estas imágenes de cara a la protección del yacimiento, ya que son un reclamo innegable para el furtiveo, aunque es probable que este yacimiento, como tantísimos otros, fuese ya conocido en ese entorno.
Por otro lado, resulta que el yacimiento no era desconocido, ya que el Servicio Territorial de Cultura conocía su existencia al menos desde 1998, por lo que una sencilla llamada de los medios de comunicación a este servicio hubiera permitido constatar el estatus de este yacimiento, y probablemente recibir información sobre cómo proceder con este tipo de informaciones, que pueden causar un daño irreparable a nuestro patrimonio.
A pesar de lo que nos gustaría a muchos, la administración no tiene en la actualidad la capacidad de intervenir sobre los miles de yacimientos arqueológicos inventariados, por lo que la medida cautelar más eficaz para su protección es mantener su invisibilidad. Aunque el "descubridor" obró bien al ponerse en contacto con la administración, lo de lanzarse a comunicarlo a la prensa, suponemos que en busca de vincular su nombre al hallazgo, no parece la mejor opción para la salvaguarda del patrimonio, lo que choca especialmente con su pertenencia a una asociación relacionada con el mismo, denominada "Patrimonio para Jóvenes".
En esta ocasión no os dejamos enlaces a la noticia, por razones obvias.
Es muy censurable que alguien intente apropiarse de un "descubrimiento" que no ha realizado. Pero más allá de eso, tampoco se le puede echar la culpa de un posible expolio a alguien que difunde la ubicación de un determinado yacimiento. Es obligación de la Administración Pública la de excavar, estudiar, proteger el Patrimonio y perseguir y castigar a quienes no cumplen las leyes. No se puede trasladar esa responsabilidad a los particulares. En este caso concreto, no se puede decir que Burgos sea precisamente la hermana pobre de la arqueología en España, porque se le dedica una buena cantidad de dinero. El problema es que todo va al yacimiento "estrella" de Atapuerca.
ResponderEliminarEsta frase: "A pesar de lo que nos gustaría a muchos, la administración no tiene en la actualidad la capacidad de intervenir sobre los miles de yacimientos arqueológicos inventariados, por lo que la medida cautelar más eficaz para su protección es mantener su invisibilidad". Es la manifestación y el reconocimiento de la impotencia de la Administración para proteger los yacimientos arqueológicos.Todos los yacimientos, los inventariados y los no inventariados. Lo que aquí se llama "invisibilidad" se traduce en realidad por "ignorancia". Que la mayoría de la gente, en especial quienes viven en su cercanía, ignore el valor de un asentamiento no lo hace invisible para quien se dedica al expolio; y hoy con Google maps y otras aplicaciones hablar de invisibilidad es una quimera. Habría, en mi opinión, que perseguir con mayor eficacia el tráfico y la venta de objetos y promover la colaboración ciudadana en la lucha contra el expolio, mientras se va estudiando un cambio en la Ley que parece muy necesario.
Me parece que las comillas están de más, fue un descubrimiento arqueológico para la persona en cuestión, aunque quizá no cuente con el rigor académico, aunque alguien lo hubiera descubierto antes, el caso es que la persona no lo sabía y tuvo la perspicacia para identificar lo que estaba observando, lo cual le da un punto por encima de la mayoría de la gente que quizá no tendría la preparación para unir los puntos y determinar acertadamente de que se trataba.
ResponderEliminarEl riesgo de expoliación que mencionan es muy verdadero y en todo caso las autoridades arqueológicas deben aprender a agilizar los trabajos de prospección y resguardo ante el avance de tecnologías que están al alcance de todo tipo de personas.
En un pueblo de Galicia había una piedra al lado de un camino y a pesar de que todos sabían que tenia sus años no fue hasta que un arqueólogo dijo que era milenaria para que así constase y se la llevasen a un museo.
ResponderEliminarEs como cuando te encuentras a alguien muriéndose. hasta que no llegan los municipales y el forense es mentira que se estuviese muriendo.