La pieza tiene unos 13.500 años de antigüedad, y se correspondería con la etapa final de la última glaciación
Un hueso de bisonte decorado encontrado por unos pescadores del Mar del Norte, cerca de la costa holandesa, se confirma como el hallazgo artístico más antiguo de esta zona con un antigüedad estimada de 13.500 años. Los cazadores-recolectores del Paleolítico Superior ocupaban una extensa área en lo que posteriormente se convirtió el Mar de Norte, hallazgos como este hueso de bisonte decorado o el fragmento de un cráneo humano hallado en las mismas circunstancias confirmarían las dramáticas fluctuaciones climáticas durante la última glaciación y que provocaron la subida del nivel de las aguas hasta la inundación de estas plataformas continentales.
Fecha de Publicación
15 de febrero de 2018
Fuentes de información digital utilizadas
Dutch News, Universidad de Leiden, La Vanguardia
Fuente de las imágenes
Universidad de Leiden
Palabras clave:
Paleolítico Superior, Mar del Norte, Holanda, paleoecología
Bibliografía científica, publicación original
Antiquity
Los cazadores-recolectores del Paleolítico Superior ocupaban una extensa área en lo que posteriormente se convirtió el Mar de Norte, hipótesis que se va confirmando con los pocos hallazgos casuales que se van produciendo en los últimos tiempos.
A veces el fondo del mar produce tesoros que arrojan luz sobre el período. En un reciente artículo publicado en Antiquity se pone en evidencia "la importancia de las plataformas continentales como archivos arqueológicos".
En 2005, un barco pesquero holandés atrapó un hueso de bisonte en sus redes en el borde de la parte holandesa de la plataforma continental. El hueso, que tenía tallado un distintivo patrón en zigzag, terminó en manos de un coleccionista que, "tuvo buenos contactos con los pescadores" y aceptó que los expertos en el Museo Arqueológico de Leiden lo revisaran. El análisis de isótopos de carbono mostró que el hueso tenía 13.500 años de antigüedad y era parte de un período caracterizado precisamente por la decoración de huesos de animales con motivos de zigzag y espinas de pescado.
Hasta ahora, se han descubierto otros tres objetos tallados de características muy similares: la mandíbula de un caballo en Gales, las astas de ciervo en el norte de Francia y unas astas de alce en Polonia. El autor principal del artículo y conservador de la Prehistoria en el museo de Leiden, Luc Amkreutz, cree que estos objetos no se usaron como herramientas, sino que pertenecen a un contexto ritual. "No sabría qué otra cosa se haría con la mandíbula de un caballo decorada", afirmó.
La decoración en el hueso holandés muestra un motivo geométrico típico de la época. Según Amkreutz, la talla es "muy precisa en su inicio, pero un tanto descuidada hacia el final, como si la persona que tallaba hubiera perdido interés". Lo que significan las tallas no está claro. Algunos han interpretado los zigzags como símbolos de movimiento, ritmo, agua o una necesidad de simetría. "Pero nunca lo sabremos realmente", dijo Amkreutz.
El fragmento de cráneo humano
El artículo también describe una pieza de un cráneo humano que "se pescó" en el Mar del Norte en 2013 y que data aproximadamente del mismo período. El hueso parietal, que puede haber pertenecido a una mujer, tiene 13.000 años de antigüedad y es uno de los primeros ejemplos de Homo Sapiens que se ha encontrado en territorio holandés. Los científicos también han encontrado diminutas hendiduras que pueden indicar anemia o falta de vitaminas, lo que podría provocar escorbuto o raquitismo. Ahora se está buscando ADN en el fragmento de cráneo, por lo que se podrán realizar más pruebas. Los hallazgos del Mar del Norte solían descartarse porque carecían de contexto, según Amkreutz, "pero al buscar e investigar cuidadosamente el material, podemos demostrar que los objetos son interesantes en sí mismos".
A veces el fondo del mar produce tesoros que arrojan luz sobre el período. En un reciente artículo publicado en Antiquity se pone en evidencia "la importancia de las plataformas continentales como archivos arqueológicos".
En 2005, un barco pesquero holandés atrapó un hueso de bisonte en sus redes en el borde de la parte holandesa de la plataforma continental. El hueso, que tenía tallado un distintivo patrón en zigzag, terminó en manos de un coleccionista que, "tuvo buenos contactos con los pescadores" y aceptó que los expertos en el Museo Arqueológico de Leiden lo revisaran. El análisis de isótopos de carbono mostró que el hueso tenía 13.500 años de antigüedad y era parte de un período caracterizado precisamente por la decoración de huesos de animales con motivos de zigzag y espinas de pescado.
Hasta ahora, se han descubierto otros tres objetos tallados de características muy similares: la mandíbula de un caballo en Gales, las astas de ciervo en el norte de Francia y unas astas de alce en Polonia. El autor principal del artículo y conservador de la Prehistoria en el museo de Leiden, Luc Amkreutz, cree que estos objetos no se usaron como herramientas, sino que pertenecen a un contexto ritual. "No sabría qué otra cosa se haría con la mandíbula de un caballo decorada", afirmó.
La decoración en el hueso holandés muestra un motivo geométrico típico de la época. Según Amkreutz, la talla es "muy precisa en su inicio, pero un tanto descuidada hacia el final, como si la persona que tallaba hubiera perdido interés". Lo que significan las tallas no está claro. Algunos han interpretado los zigzags como símbolos de movimiento, ritmo, agua o una necesidad de simetría. "Pero nunca lo sabremos realmente", dijo Amkreutz.
El fragmento de cráneo humano
El artículo también describe una pieza de un cráneo humano que "se pescó" en el Mar del Norte en 2013 y que data aproximadamente del mismo período. El hueso parietal, que puede haber pertenecido a una mujer, tiene 13.000 años de antigüedad y es uno de los primeros ejemplos de Homo Sapiens que se ha encontrado en territorio holandés. Los científicos también han encontrado diminutas hendiduras que pueden indicar anemia o falta de vitaminas, lo que podría provocar escorbuto o raquitismo. Ahora se está buscando ADN en el fragmento de cráneo, por lo que se podrán realizar más pruebas. Los hallazgos del Mar del Norte solían descartarse porque carecían de contexto, según Amkreutz, "pero al buscar e investigar cuidadosamente el material, podemos demostrar que los objetos son interesantes en sí mismos".
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